Los embajadores o cónsules han sido por mucho tiempo una figura política que para muchos pasan inadvertidos, pero en realidad tienen una función importante para las personas que están fuera de su país.
La figura de los embajadores tomó relevancia recientemente debido a que Perú anunció que retiraría a su embajador de México, debido a las declaraciones del presidente de Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario mexicano no solamente respaldó al expresidente Pedro Castillo, sino que llamó "espuria" a la actual presidenta, Dina Boluarte, por lo que este país decidió suspender todas sus relaciones diplomáticas con México.
Para comprender un poco la trascendencia, hay que entender que el embajador o cónsul, según la organización política que haya en cada país, es la figura a cargo de dirigir las actividades administrativas de las embajadas o consulados, que son las oficinas a cargo de las relaciones diplomáticas.
Según el Gobierno de México, las embajadas y consulados atienden en lo particular la relación política con el Estado y Gobierno en el que se encuentran.
Administrativamente, están obligados a brindar asistencia consular y proteger los intereses de los compatriotas; asesorar a los connacionales en lo relativo a la relación con autoridades; informarles sobre sus derechos y obligaciones en el país en que se encuentren; además de dar orientación de algún abogado que los pueda representar de ser necesario.
En el caso de Perú, se puede decir que la ruptura diplomática no trastoca lo relativo a los trámites administrativos, pues los ciudadanos peruanos en México podrán seguir recibiendo atención, pero la figura del embajador no estará presente.
Por ejemplo, en México la embajada de Estados Unidos tiene una gran trascendencia, pues es la voz del gobierno estadounidense en el país y es por ello que suelen ser parte de actos oficiales del Gobierno de México cuando hay trascendencia internacional.