Un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente fue la señal que los mexicas buscaron para la fundación de la antigua Tenochtitlán. La icónica imagen ha representado el escudo nacional siendo parte de la bandera mexicana, uno de los símbolos patrios más importantes.
Aunque la mayoría de los mexicanos conoce el significado del águila sobre el nopal en el centro de nuestro lábaro patrio, pocos se preguntan si esto ocurrió realmente y cuál fue el fin de plasmarlo en la bandera que nos representaría como país.
Para entender esto hay que remontarnos a la mitología mexica, que cuenta que el dios tutelar Huitzilopochtli le ordenó a su pueblo fundar su reino donde encontraran un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente.
El relato explica que los mexicas recorrieron por mucho tiempo las planicies buscando esta señal divina hasta que finalmente lo encontraron hacia el año 1325, en lo que hoy se conoce como el lago de Texcoco.
Algunos historiadores incluso dan fecha y aseguran que el hallazgo se dio un 13 de marzo, de ahí que esa se haya instaurado como la fecha fundacional de la antigua capital azteca.
Sin embargo, esto podría no ser del todo cierto, pues remitiéndonos únicamente a la historia de hechos verídicos, aparentemente los mexicas nunca habrían encontrado la escena que hoy vemos en el centro de nuestra bandera.
Existen varios historiadores que han analizado códices aztecas en los cuales se hace mención a la fundación de Tenochtitlán, destacando que ninguno es igual y aparentemente ninguno coincide con la mitología de la fundación de la capital azteca.
Algunos de estos códices muestran a un águila sobre un nopal, pero no se encuentra la serpiente; en otros, el águila en realidad está despedazando a una más pequeña, recordando que este animal es rapaz; mientras que en las escenas más cercanas, la serpiente está enredada la nopalera y un águila vuela sobre ella.
La conclusión de la mayoría de estos historiadores es que los mexicas en realidad nunca encontraron toda la escena completa, y simplemente eligieron un lugar donde se pudieran encontrar los tres elementos como una señal de abundancia.
Recordemos que, para los mexicas, el águila representaba al sol, es decir a su dios Huitzilopochtli; mientras que el nopal representaba el corazón del Cópil, sobrino de Huitzilopochtli; en tanto que la serpiente es el vínculo que hay sobre la guerra, el sacrificio y el triunfo.
Todos estos íconos presentes en el mito de la fundación de la antigua Tenochtitlán fueron determinantes para que se eligiera al nopal, el águila y la serpiente como el escudo nacional presente en el lábaro patrio.
Y es que independientemente de que se trate de un hecho verídico o no, ha sido fundamental en la conformación de identidad para los mexicanos, tal y como lo han hecho otros países como Italia con la leyenda de la fundación de Roma, donde Rómulo y Remo eran amamantados por una loba, situación que jamás ocurrió.
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