El Senado de México aprobó la noche del miércoles remitir al Poder Ejecutivo federal las reformas aprobadas a las leyes electorales por ambas cámaras del Congreso, promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la bancada oficialista.
"Con 70 votos a favor y 50 en contra, se aprueba acuerdo para remitir decreto al Ejecutivo Federal sólo con los artículos aprobados por ambas Cámaras, del dictamen en materia electoral", indica el anuncio publicado en las redes sociales de la Cámara Alta.
Las reformas a las leyes electorales secundarias para limitar el presupuesto y atribuciones del Instituto Nacional Electoral (INE) fueron bautizadas como "Plan B" por el mandatario, después de que fue descartado su proyecto original para modificar la ley primaria de la Constitución, por falta de la mayoría calificada requerida, de dos terceras partes del pleno de ambas cámaras del Congreso.
Un complejo proceso legislativo fue necesario para ese plan alternativo, después de que la bancada oficialista en la Cámara de Diputados modificó a finales del año pasado un dictamen del Senado con medidas que tocaban el sistema electoral establecido en la Carta Magna, y fue impugnado por la oposición por inconstitucional.
Las reformas modifican cuatro leyes electorales del llamado "Plan B", pero descarta la llamada "cláusula de vida eterna" que permitía a las coaliciones transferir los sufragios del partido más grande a sus aliados pequeños, para alcanzar el umbral mínimo de 3 por ciento de votos y evitar su pérdida de registro electoral, o muerte política.
La discusión se prolongó durante siete horas entre insultos y gritos de opositores y oficialistas.
Las bancadas de cuatro partidos opositores anunciaron que cuando el presidente López Obrador promulgue las reformas finalmente aprobadas por el Congreso, presentarán una querella ante la Suprema Corte de Justicia, esgrimiendo que las reformas violan la Constitución.
Organizaciones civiles y los partidos de la coalición Va por México convocaron a la segunda manifestación en defensa del INE para el próximo domingo 26 de febrero.
El dictamen enviado al Ejecutivo federal contiene reformas a las leyes de Instituciones y Procedimientos Electorales, de Partidos Políticos, del Poder Judicial de la Federación en materia electoral, y la Ley de Medios de Impugnación de Resultados en los comicios.
La aprobación de leyes secundarias del sistema electoral solo requiere de mayoría simple de la mitad más uno del pleno legislativo, con la cual cuenta el oficialismo.
La bancada opositora calificó el dictamen como "una reforma regresiva, ominosa y autoritaria, que lleva al riesgo de una elección de Estado en el 2024".
López Obrador sostiene que el sistema electoral mantiene supuestos vicios que permitieron un supuesto fraude que él denunció en su primera de sus tres campañas por la presidencia, en 2006.
En 2018, el hartazgo por la corrupción y la violencia del crimen organizado pavimentó el camino al triunfo de López Obrador, con un arrollador 53 por ciento de votos.
Tras los comicios de medio sexenio de 2021, el partido gobernante Morena controla más de la mitad de ambas cámaras y gobierna 21 de los 32 estados del país, incluida la capital.
No obstante, el presidente planteó a finales del año pasado una ambiciosa reforma a los artículos de la Constitución que regulan el sistema político y finalmente admitió reformas secundarias de alcance más limitado, el llamado "Plan B".
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