¿Qué es y cuándo aplica la legítima defensa en México?

¿Qué es y cuándo aplica la legítima defensa en México?

Frecuentemente se escucha hablar acerca de la legítima defensa, un término jurídico que si bien no es como tal un derecho, sí es una exclusión del delito en casos donde una persona tenga que verse en la necesidad de defenderse a sí mismo, a su familia o sus propiedades, sin importar que para ello tenga que lesionar o incluso privar de la vida a alguien más.

 

Este término legal está considerado tanto en el Código Penal Federal como en el Código Penal del Estado de Puebla; sin embargo, debe de encajar dentro de ciertas características para ser considerada una legítima defensa, pues de lo contrario podría pasar rápidamente a delitos como el de lesiones o el de homicidio.

 

En el artículo 15 del Código Penal Federal está detallada la legítima defensa como un acto en el cual "se repele una agresión real, actual o inminente y sin derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que existe necesidad de la defensa irracional de los medios empleados".

 

Esto quiere decir que la legítima defensa es el hecho de causar daño a quien por cualquier medio intente penetrar sin derecho en lugar de una persona, o donde está su familia o sus pertenencias, viéndose obligado a defender su patrimonio, su persona y/o su integridad.

 

Más que un derecho, se trata de una exclusión del delito, por lo que si en algún momento una persona llegara a ingresar a un domicilio, el dueño podría estar facultado para defenderse sin importar el daño que cause a la persona invasora.

 

En el caso de Puebla, el artículo 26 del Código Penal del Estado señala que son causas de exclusión del delito cuando el autor obra en defensa de su persona, de su honor o de sus bienes repeliendo una agresión actual, violenta, sin derecho y de la cual resulte un peligro inminente.

 

En este mismo artículo se detalla que será considerada legítima defensa siempre y cuando no se compruebe que la persona agredida fue la que provocó la agresión; también se acreditará como defensa legítima siempre y cuando el daño que iba a causar el agresor fuera fácilmente reparable después de los medios legales o que sea notoriamente inferior a los daños que uno pueda ocasionar.

 

Algunos ejemplos prácticos pueden ser el hecho de que en algún momento alguien intente asaltarte cuando vas a bordo de tu vehículo, apuntándote con un arma de fuego para obligarte a entregar la unidad, pero en ese momento decides acelerar tu unidad y atropellas al delincuente provocándole la muerte.

 

Ya que el delincuente te estaba apuntando con un arma de fuego con la cual evidentemente podía causarte la muerte, tú decidiste acelerar y en esta maniobra le quitaste la vida, pero se acreditaría como una legal defensa, pues lo único que hiciste fue tratar de salvaguardarte ante un peligro inminente.

 

Otro caso podría ser si estás dentro de tu domicilio y de repente te percatas que una persona está tratando de meterse brincando una barda de algunos metros de altura, entonces tú reaccionas empujándolo a él o a la escalera con la cual se está apoyando.

 

Si el hombre cae y se lesiona de gravedad o incluso muere, tú podrías argumentar una legal defensa, ya que simplemente estabas defendiendo tu propiedad o la de algún familiar, además de que evidentemente la persona habría tratado de allanar el domicilio sin la autorización de él o los propietarios.

 

Pero un caso donde no aplicaría este término podría ser si tienes algún percance vial y otro automovilista causa daños a tu unidad, y decide no pagarte a pesar de que él tiene la responsabilidad.

 

Entonces tú decides reaccionar y en un arranque de ira lo golpeas, se cae y se golpea la cabeza muriendo en el lugar.

 

Según lo que establece la ley, aquí no podría aplicarse la legítima defensa pues si bien fuiste víctima de un agravio, al momento en el que reaccionaste los daños causados son diametralmente superiores a los que te habían ocasionado previamente y que derivaron en el conflicto.

 

Tampoco puede aplicar cuando, por ejemplo, al ir caminando por la calle un delincuente intenta asaltarte con un arma de fuego, pero entonces tú sacas un arma y le disparas.

 

Aquí tendrían que ver varios factores, pues si lo lesionas o lo privas de la vida podrías quedar exento de este delito, pero si por alguna razón no contabas con permiso para portar la pistola que utilizaste o se trata de un arma de uso exclusivo del ejército, entonces tendrás que responder ante la ley por el delito de portación ilegal de arma de fuego.

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