Javier Mora Segura es hablante de Náhuatl originario de Cuetzalan del Progreso y fue acreditado como traductor de dicha lengua; desde su perspectiva, el principal factor para la preservación de las lenguas indígenas es que sean las propias comunidades quienes se encarguen de difundirlas y enseñarlas. Al mismo tiempo, señaló que en materia de educación aún hay deudas para que los niños puedan aprender con plenitud las lenguas y no se escondan.
En entrevista para Imagen Poblana, el intérprete detalló que en México sí han desaparecido gran cantidad de lenguas nativas. Si bien, no precisó en cuales son las extintas, aseguró que anteriormente se hablaba un aproximado de 300, mientras que a día de hoy solo siguen vivas 68 en el país.
A estas se suman las que, por falta de cuidados, están en peligro de extinción. Para él, la mejor manera de resguardarlas es hablarlas con orgullo, difundiéndolas entre las familias que aún las dominan y en conjunto a las comunidades. “Encierra toda una cultura, conocimiento ancestral que debemos heredar a nuestros hijos”, sentenció nuestro entrevistado.
El proceso de esfumación de estas lenguas se da por la introducción de otras que empiezan a predominar en una región, en este caso la lengua “invasora” es el español. Para Javier, en el presente el panorama está cambiando en favor de lo nativo. Él aseguró que estamos viviendo un proceso en que se revaloran gracias a la participación comunitaria.
Ejemplificó que en lugares como Cuetzalan, con la llegada de la radio y el manejo que se le otorgó a los locales, se empezó a propagar más el náhuatl y con ello se sembró la identidad en el pueblo. Lo contrastó con la situación suscitada durante el mandato de Manuel Bartlett como gobernador de Puebla en 1992, donde las personas que no hablaban español se ocultaban y eran blanco de hostigamiento.
Esto no era algo que pasara solamente en suelo poblano, pues Javier igual lo vivió en otras entidades como la Ciudad de México. “Iba yo a la Ciudad de México, me encontraba a los paisanos y me decían que ahí no hablara nuestra lengua, porque nos mal ven, no les gusta que la hablemos”, aseveró.
Aún hay controversias en torno al derecho al habla, pues nos comentó que en los servicios de educación pública, principalmente primaria y preescolar, hay falta de maestros que hablen las lenguas de los sitios en que van a trabajar, o si hay algunos hablantes, están en zonas que no corresponden.
Por otro lado, expresó que se han dado casos en que los profesores castigan a los niños que no hablan español porque piensan que pudieran estar burlándose de ellos. Algo que termina siendo un obstáculo para que se sigan difundiendo las lenguas.
Pese a esto, el ahora traductor manifestó que hay iniciativas, de gobierno o asociaciones civiles, que buscan apoyar en la tarea de que las lenguas que aún viven no se extingan. Entre estas resaltó la importancia de proyectos como el “Tequio Lingüístico”, en el que certificaron a los traductores e intérpretes que, como él, buscan apoyar a las personas que no tienen dominio del español a entender las visiones de occidente sin necesidad de desprenderse de su identidad indígena.
De igual manera, las radios comunitarias es otra propuesta que se ha trabajado en pro de la conservación identitaria. En este sentido, aún faltan actualizaciones para que sea más eficiente, ya que las señales de las que disponen solo tienen frecuencia AM y los dispositivos más nuevos solo cuentan con señal FM.
Finalmente, nuestro entrevistado llamó a la conciencia en la gente para que sigan hablando sin miedo y con orgullo, para que las nuevas generaciones entiendan el valor histórico y de identidad que conlleva el habla de una lengua nativa.