Homofobia en el futbol: ¿cómo les va a los jugadores homosexuales?

Homofobia en el futbol: ¿cómo les va a los jugadores homosexuales?

Foto: Pixabay

Cada 19 de febrero se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia en el Futbol, fecha que tiene como finalidad crear consciencia en los aficionados y generar políticas deportivas para hacer a este ámbito más incluyente. Esta conmemoración se debe a un futbolista poco conocido, pero que pasó por una historia de segregación.

 

Justin Fashanu fue un jugador inglés que nació el 19 de febrero de 1961, cuyos inicios en el deporte se dieron en los cuadriláteros como boxeador a los 14 años. A los 17 hizo pruebas para adentrarse en el futbol y jugó sus primeros minutos en 1978, para el Norwich City (Inglaterra).

 

En el Norwich alcanzó los 40 goles y se convirtió en el primer jugador negro por el que pagaron un millón de libras, siendo el Nottingham Forest el equipo que desembolsó tal cantidad. A lo largo de su vida el racismo y discriminación fueron habituales.

 

En 1990 se declaró abiertamente homosexual, el primer jugador en hacerlo dentro de las grandes ligas del futbol europeo. Dentro del Nottingham Forest se cruzó con Brian Clough, entrenador que, a sabiendas de su homosexualidad y de sus hábitos de frecuentar centros nocturnos de la comunidad LGBT, le hizo la vida imposible en el club, excluyéndolo y hostigándolo constantemente, al igual que sus compañeros de equipo.

 

Debido a esto, fue mandado en calidad de préstamo a otros equipos en los que no logró consolidarse, pues los dichos sobre su orientación sexual hacían que los entrenadores y demás futbolistas no dejaran de acosarlo, impidiéndole desplegar completamente sus aptitudes.

 

 

Después de que no fue contratado por otras plantillas, estuvo en el ojo mediático tras una acusación por presunta violación hacia un joven de 17 años en uno de los bares que visitaba, hecho que la prensa condenó como si fuera completamente verídico. La resolución final de las instituciones de justicia arrojó la falsedad del hecho, pero esto no circuló en ningún diario o medio de comunicación, dejando manchada la reputación de Fashana.

 

Finalmente, el 2 de mayo de 1998, ya retirado, sumergido en la desesperación y la depresión, Justin Fashanu decidió terminar con su vida ahorcándose. Junto a su cuerpo dejó una nota en la que se leía: “no quiero ser más una molestia para mi familia y amigos. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz que nunca tuve”.

 

Aunque se cree que por la época en que se dieron dichos sucesos, en la sociedad reinaban otro tipo de valores y que en la actualidad hay un cambio social que no permite estos casos, hay situaciones en que las y los futbolistas que se pronuncian sobre sus preferencias sexuales son víctimas del escrutinio, principalmente por parte de los aficionados.

 

Por ejemplo, el otrora seleccionado Richarlyson, brasileño de 40 años, se declaró abiertamente bisexual en junio de 2022. Anterior a esto, su director técnico, José Cyrillo, del Palmeiras, para el que militó en 2007, hizo insinuaciones de que era gay de manera despectiva en una conferencia de presa, a lo que él respondió con una denuncia que fue desechada, pues no se aceptaba que pudiera haber un jugador homosexual por ser contrario a los ideales del equipo.

 

A pesar de ello, logró destacar en su trayectoria ganando múltiples títulos internacionales y locales, e inclusive alcanzando convocatorias a la Selección Nacional absoluta.

 

Por otra parte, un hecho más reciente fue el del inglés Jake Daniels. En mayo de 2022, tras firmar su primer contrato profesional para el Blackpool en la Championship League (segunda división de Inglaterra), anunció su homosexualidad. Si bien, son tiempos diferentes, Daniels afirmó que contempló no decirlo hasta después de su retiro como profesional para evitar las críticas y señalamientos, pero se rehusó a la idea por no querer mentir tanto tiempo ocultando su verdadera vida. Sin embargo, sabe que habrá reacciones por sus declaraciones, ya que reconoció que la homofobia es algo vigente entre los seguidores del deporte.

 

 

En el territorio nacional se han dado situaciones similares, como en la final de la liga femenil el 20 diciembre del 2021. Ahí las Rayadas de Monterrey salieron campeonas y fue noticia, más allá de lo deportivo, por el beso que se dieron las jugadoras Rebeca Bernal y Janelly Farías (entonces del Club América), para celebrar el título.

 

Si bien, en los medios de comunicación hubo una cobertura que trató de transmitir el mensaje con señales de aceptación y apertura a la diversidad sexual, además de que la liga publicó la foto del beso en sus canales oficiales, los aficionados y la gente en redes sociales mostraron rechazo al gesto y criticaron que esto sea bien visto en el deporte. Algunos incluso señalaron “incongruencias” de los directivos del fútbol por permitir estas relaciones y prohibir el grito homofóbico que es señalado constantemente en los estadios.

 

El comentarista de la cadena TUDN, Marc Crosas, salió en defensa de Farías y Bernal, haciendo alusión a la gente que romantizó el beso entre el portero español Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero, después de que Casillas conquistara el campeonato Mundial de Sudáfrica 2010, indicando la hipocresía con que se juzgó a las jugadoras.

 

 

La FIFA ha implementado campañas que buscan erradicar la homofobia de los estadios, como el famoso grito en México por el que se han impuesto multas y protocolos para detenerlo. Estos consisten en pausar el partido momentáneamente, identificar a los infractores y, de ser necesario, sacarlos del recinto. Si se incurre nuevamente durante el mismo compromiso, los árbitros y jugadores pueden marcharse a los vestidores y, si así se considera, dar por concluido el encuentro.

 

A pesar de que el órgano presidido por Gianni Infantino ha aparentado interés en erradicar la homofobia en el futbol, también se le ha criticado por la toma de decisiones como la elección de la sede del pasado Mundial, en Catar, país que prohíbe estrictamente la homosexualidad y que restringió cualquier tipo de muestra de afecto entre parejas del mismo sexo, además de las negativas a los turistas y equipos de selecciones a mostrar mensajes en apoyo, como la bandera del arcoíris.

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