Cada que suceden desastres naturales en México se tienen planes de acción para atender emergencias, como el DNIII3, en el que integrantes del Ejército Mexicano desempeñan labores de asistencia y rescate; junto a ellos, se integran lo conocidos binomios caninos, que son noticia por sus trabajos en la búsqueda de personas.
Su entrenamiento empieza desde que son cachorros y llega a tardar dos años, hasta que entran en servicio. Se concentran para buscar personas entre escombros, pero hay una preparación para que sean capaces de rastrear distintos olores imperceptibles para los humanos, como huesos quemados, cuerpos en descomposición, personas bajo el agua y el olor que desprenden las personas en situaciones de alta tensión.
Las tareas de estos perros de rescate no se han limitado al territorio nacional, ya que han estado presentes en emergencias sucedidas en otros países como Guatemala, por la erupción de un volcán, Ecuador, por terremotos, y el más reciente, por los sismos de Turquía y Siria ocurridos el 6 de febrero.
A este último suceso acudieron múltiples canes, entre ellos Proteo, un Pastor Alemán de nueve años, en representación de la Sedena. El can fue noticia luego de que se diera a conocer su deceso en cumplimiento de misiones debido a las condiciones del clima en Turquía y el desgaste que representó el viaje desde México hasta aquel país.
El rescatista de cuatro patas formó parte de equipos de salvamento en Haití y Ecuador por sismos, y en Guatemala por deslaves de tierra. A su regreso a suelo mexicano fue recibido con decoro y se llevó a cabo una ceremonia de homenaje para, posteriormente, transportar sus restos a su lugar de descanso.
Pero Proteo no ha sido el único animal mexicano que se ha destacado por su ayuda y tareas para buscar sobrevivientes en medio de desgracias.
Quizá la más conocida hasta antes de Proteo, fue la perrita Frida, de raza Labrador Retriever. Ella se volvió famosa durante las acciones de auxilio en el sismo que se dio el 19 de septiembre de 2017 como parte de la Unidad Canina de la Secretaría de Marina. También se enfocó en buscar personas entre los escombros.
A lo largo de su trayectoria participó en cometidos de Haití, Ecuador y México, y en la explosión de la Torre Pemex de 2013, logrando la localización de 55 cuerpos, 12 de ellos con vida, en cinco misiones. En 2019, a sus 10 años, se retiró formalmente de los trabajos de rescate. El 15 de noviembre de 2022, con 13 años, se anunció oficialmente su fallecimiento a causa de problemas de salud derivados de su avanzada edad.
Otro célebre rescatista canino fue Athos, un Border Collie que sentó precedentes para el bienestar animal. Él también fue perro de apoyo por parte de la Cruz Roja Mexicana en el sismo de 2017. De igual manera, fue enviado a asistir por la erupción de un volcán en Guatemala en 2018. Su figura sirvió de inspiración para la creación de la unidad K9 de Búsqueda y Rescate de los bomberos de Santa Isabel Villa Nueva.
Junto a Tango, perro Yorkshire, fue envenenado en 2021 y sus casos fueron punta de lanza para juzgar el maltrato animal en el país. El responsable fue sentenciado a diez años y medio de prisión. Sus descendientes, Orly y Balam, también viajaron a Turquía.
Los ya mencionados Balam y Orly, son los hijos de Athos, y tuvieron participación en las encomiendas de rescates en Turquía. Balam se hizo conocido por un video donde se le ve encontrando a una persona con vida entre los escombros de un edificio el 10 de febrero, cinco días posteriores al devastador sismo de 7.8 grados.
Por su parte, Baco y Gala, son dos Pastores Belga de casi 13 años que fueron formados como rescatistas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Han ejercido en percances como la explosión de la Torre Pemex de 2013, la explosión de gas en un hospital de Cuajimalpa en 2014, y el derrumbe del cerro del Chiquihuite en 2021, inclusive llegando a ayudar a Japón en 2011.
Max, de la raza Bloodhound conocida como “sabuesos”, fue preparado y ha prestado servicio para la Secretaría de Marina, fue especialmente entrenado para el rastreo de personas. A sus seis años de trabajo, el 15 de julio de 2022, tuvo a su cargo participar en la detección y aprehensión de un famoso narcotraficante mexicano: Rafael Caro Quintero. También hace parte de la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano, además de la ubicación de narcóticos y explosivos. Su retiro está programado para este año.
Finalmente, Titán, otro Pastor Belga que colaboró en los días posteriores al sismo del 19 de septiembre. Él fue el encargado de encontrar a 15 personas en un multifamiliar ubicado en la Ciudad de México. En medio de la acción, decayó producto del esfuerzo demandado, pero se recuperó tras recibir atención necesaria.