El carnaval, una celebración asociada con la religión católica, es uno de los festejos más esperados por la gente, pues da color y alegría a los lugares en los que se lleva a cabo. Sin embargo; pese al entusiasmo de la festividad, muy pocos saben cómo se instauró.
El carnaval remonta sus orígenes hasta hace casi 5,000 años, sus inicios se han contado de diferentes maneras y desde varias creencias. El relato más conocido, y el más aceptado, es que los carnavales se asocian en el antiguo imperio romano y, dada su naturaleza en donde impera el descontrol y la euforia, sus primeros esbozos se refieren a las fiestas paganas.
Al mismo tiempo, se le relaciona a dioses como Baco, del caos, y Saturno, por las saturnales. Comúnmente esta fiesta dura cuatro días, iniciando los sábados, y la gente usa disfraces y trajes diferentes, dependiendo de la región en la que se haga. Al principio era primordial cubrir la cara de con máscaras, con motivo de cuidar su identidad durante el periodo de soltura, en el que no había pudor en las acciones.
El carnaval está estrechamente ligado a otra festividad religiosa, la cuaresma, periodo que inicia con el Miércoles de Ceniza y finaliza en las vísperas de la Semana Santa con el Domingo de Resurrección. Por estas razones, se celebra principalmente en naciones con población mayormente católica y, a su vez, es rechazada por otros credos, como el cristianismo.
La palabra viene del latín “carnem levare”, es decir, “quitando la carne”, lo que sucede simbólicamente en el catolicismo el Miércoles de Ceniza y los viernes de vigilia, cuando se prohíbe la ingesta de carnes rojas.
El mes no es una cuestión que se haya tomado aleatoriamente, pues tenía como significado que durante este tiempo se daban las transiciones entre el invierno y la primavera, así como los ritos de purificación hechos en el momento.
No obstante, hay otras versiones sobre su inicio en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en Grecia se llevaban a cabo orgías y bacanales, además de procesiones y escenificaciones teatrales. En las creencias de esta parte del mundo, se resaltaba la deidad “Momo”, el dios del sarcasmo y las burlas.
Actualmente, los carnavales son vistos como fiestas con presentaciones musicales y en las que la gente convive sin mucho apego a lo religioso. Hay unos que destacan a nivel mundial y nacional por su fama, pintorescos adornos y la alegría que desbordan.
En México, quizá el más conocido y uno de los más antiguos, es el Carnaval de Veracruz, que se lleva a cabo desde 1866 y reúne a gente de todos lados de la república. Aquí se llevan a cabo fiestas, presentaciones musicales en vivo y múltiples lugares para el ocio. Para su recorrido se utiliza la avenida Manuel Ávila Camacho y se hace aproximadamente 40 días previos a la cuaresma.
En la zona noroeste del país, Mazatlán, Sinaloa, es cede de otro de los festejos al que más gente acude. Inicia hoy 16 de febrero y terminará el próximo 21. Se anuncian cantantes de regional mexicano, género predilecto de la demarcación, así como fiestas y la coronación de su reina.
Cancún es el espacio de otro carnaval que levanta ánimos y llama a la gente a celebrar en una zona altamente turística. Bailes, fiesta y música son una constante en este carnaval.
Mérida, Yucatán, es tierra donde se hace el carnaval más importante de dicho estado. Se distingue por contar con variedad de eventos y actividades en un ambiente tropical, en donde complementan artistas y distinción a la “realeza” del carnaval.
Fuera del país, en otros entornos, hay ciudades como Niza, en Francia, en donde se desarrolla uno de los carnavales más ilustres de Europa. Aquí tiene lugar la llamada “guerra de las flores”, en la que los asistentes lanzan flores a las personas que desfilan.
La fiesta latinoamericana tiene notoriedad con el carnaval de Barranquilla, Colombia. Es considerada la fiesta más importante del país y ahí se ejecutan fiestas de disfraces, desfiles y certámenes como el llamativo “Concurso de Fachadas”, en el que la gente adorna la fachada principal de sus casas.
Venecia, Italia, es conocido por ser una notable ciudad de modas y espectáculo. Este es más libre, dura diez días y la gente sale de manera improvisada con sus disfraces a pasear por las calles. Los atuendos son típicos de las obras de arte del siglo XVII.
Igualmente, en Sudamérica, Río de Janeiro, Brasil, recibe a entusiastas de todo el mundo para la celebración de su carnaval. Se dice que es el más grande del mundo, con afluencia diaria de 2 millones de personas en las avenidas de Río durante los días en que se celebra.
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