
Un refugio de animales, a diferencia de una perrera o centros de acogida, es un albergue temporal para animales en condición de abandono. En estos lugares se hacen cargo de su alimentación y cuidados de la salud hasta que logran encontrar un nuevo hogar donde poder tener una vida plena.
Ana María Serra es una activista y protectora de animales en situación de calle. Desde hace varios años emprendió un proyecto para transformar su casa en un refugio, sin contar con apoyos externos o financiamiento por parte de instituciones públicas o privadas, lo que ha complicado su labor.
En entrevista para Imagen Poblana, Ana María relató que la creación de un refugio no es un proyecto lucrativo pues se deben tener ingresos fijos o algún negocio que pueda aportar la entrada de efectivo para brindar la atención que perros o gatos necesitan.
“Nosotros éramos una organización independiente, se sostenía con nuestros propios recursos así que es necesario tener una fuente de ingresos sólida y tener aparte un negocio que sea específicamente para sostener el refugio. En un tiempo puede haber pocos gastos, pero hay temporadas en que llegan animales muy enfermos que necesitan tratamientos costosos”
Y es que, hace solo unos días, Ecorefugio Quetzalli se vio forzado a anunciar que no podrán recibir más animalitos ya que cuentan con cerca de 25 ejemplares, algunos en edad avanzada y con padecimientos crónicos que requieren más atención para mejorar su calidad de vida.
Antes de cerrar sus puertas, el refugio se mantenía a base de donaciones de ciudadanos, así como de los interesados en adoptar a alguno de los ejemplares y aunque es posible buscar el financiamiento por parte de instituciones, Ana María asegura que muchos de estos centros solo buscan lucrar con los animales.
“Es muy difícil que esto pueda llegar a ser lucrativo, porque si hay casos donde hay personas que abusan de la confianza de la gente y aparentan hacer este servicio, pero en realidad se llegan a ver muchos casos de maltrato, de acumulación de perros, no los tienen en buenas condiciones y solo quieren obtener recursos”
Para hacer de un lugar un refugio, solo se debe contar con un espacio amplio que asegure la movilidad de los animales, aunque también hay ciertos procedimientos burocráticos para estar registrado como una asociación protectora; sin embargo, estas suelen deducir todos sus gastos de los impuestos de donación, dando pie a que sean usados como un recurso legal antes de ser un refugio.
Aunque la entrada a nuevos lomitos y michis se ha visto sesgada, Quetzalli aún alberga a una gran cantidad de animalitos que necesitan cuidados especiales, por ello Ana María continúa recibiendo donaciones de alimento o atención veterinaria. En caso de querer ayudar o adoptar, puedes comunicarte al número 22-21-40-19-62 o escribir a su perfil de Instagram y Facebook.