Los programas del gobierno en beneficio de productores del campo, como la entrega de fertilizantes, son de gran ayuda para los trabajadores de esta área, aunque no satisfacen las necesidades del sector, así lo reconoció el profesor Luis Andrés Cabrera, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep).
En conferencia de prensa titulada “Expectativas del campo mexicano en el 2023”, el docente de la universidad abordó este tópico, así como las afectaciones del campo por el cambio climático y las consecuencias que dejó el conflicto entre Rusia y Ucrania durante 2022.
La semana pasada el gobierno estatal anunció que se otorgarán más de 52,000 toneladas de fertilizantes en los 217 municipios de Puebla, beneficiando a 102,000 productores locales. Estos subsidios tienen un gran impacto benéfico, pues su aprovechamiento se ve reflejado principalmente en la disminución de los costos de producción agrícola.
Aunque estos programas suelen ser catalogados como “fondos perdidos”, ya que no se tiene que dar ninguna retribución para recibirlos o un pago posterior, siempre dan rendimientos para aumentar la producción alimentaria.
No obstante, aún son insuficientes para dar cobertura a las necesidades completas del sector, toda vez que las capacidades del gobierno para dispensar dichos fertilizantes no terminan de cubrir las áreas de mayor urgencia.
“Se trata de ser muy selectivos, hacerlo con los productores de menor posibilidad económica, aquellos que están produciendo prácticamente para el autoconsumo o el abastecimiento local, reducir con esto el impacto económico que representaría comprarlos”, sentenció el docente.
Adaptaciones al cambio climático
En otro orden de ideas, Cabrera afirmó que las repercusiones dadas por el cambio climático se van haciendo más latentes, por lo que los productores tienen que adaptarse con el empleo de nuevas técnicas y tecnologías que les sirvan para salvaguardar sus cosechas.
“Ya hay tecnología, requiere inversión pero que inmediatamente se paga cuando tú salvas el cultivo en una zona de granizo, que sobre todo se ha visto en frutales y hortalizas”, afirmó Cabrera.
Por ejemplo, en las zonas donde más golpea el granizo, que estropea hectáreas en cuestión de minutos, se han tenido que implementar mallas especializadas para preservar los cultivos. Asimismo, en las temporadas de sequía, que cada vez son más pronunciadas, se usan sistemas de riego de mayor eficacia que ya no dependen de inundar las parcelas, sino que emplean métodos de dispersión o goteo, con lo que cantidades de agua que antes servían para poco terreno, ahora son suficientes para cubrir más superficie.
Impactos del conflicto Rusia-Ucrania
En 2022 el mundo vio el estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. A raíz de ello, hubo consecuencias económicas para el todo mundo, incluidos los sectores de producción agrícola. Esto esencialmente por dos cuestiones: falta de insumos para fertilizantes y déficit en la producción de cereales básicos para consumo.
Estas dos naciones son grandes proveedores de recursos a base de nitrógeno y fósforo para la fabricación de abonos agrarios. Al haber escasez de estos, los costos de producción se incrementaron hasta 300%, aumentando también precios a los consumidores. Aunque a día de hoy esto ya se está revirtiendo.
Por otra parte, al detener la exportación de cereales esenciales como trigo y cebada, también se generó carencia e incremento en los valores. Esto trajo consigo ganancias a los productores mexicanos, pues su producción fue mejor pagada en comparación con otras temporadas.
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