¿Enojo, tristeza, ansiedad? La inteligencia emocional viene al rescate

¿Enojo, tristeza, ansiedad? La inteligencia emocional viene al rescate

Foto: Pixabay

En un mundo en el que cada vez son más frecuentes las enfermedades mentales y padecimientos como la depresión o la ansiedad, los especialistas promueven las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, como una respuesta para mejorar aspectos personales, laborales y educativos.

 

La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que tiene una persona, ya sea desde su nacimiento o que aprende conforme avanza su vida, las cuales tienen como fin ayudar a generar empatía, motivación, autocontrol, entusiasmo y básicamente el manejo de todas las emociones.

 

Desde la década de los 90, la inteligencia emocional se ha vuelto uno de los ejes principales de la psicología moderna, de ahí que en los últimos años haya cobrado principal relevancia por los supuestos beneficios que ofrece para las personas en su desarrollo integral.

 

Si bien para muchos especialistas la inteligencia emocional debería de ser una de las herramientas que se fortalezca desde edad temprana, muchas veces se subestima el desarrollo emocional de las personas y se deja relegado frente a otros aspectos de la vida.

 

 

Entre los beneficios que tiene la inteligencia emocional en las personas está su facilidad para relacionarse en un ámbito laboral y educativo, por lo que puede ser más fácil entablar relaciones de amistad y de negocios.

 

Pero también ayuda a que las personas puedan tener un mejor control sobre los estados de ánimo, que influyen en sus actividades y evita la ansiedad o la depresión.

 

Los especialistas aseguran que una correcta inteligencia emocional ayuda a reaccionar mejor en situaciones de presión, además de que prevendría muchos problemas sociales, pues las personas podrían tener un mejor control de su ira.

 

A pesar de los múltiples beneficios, la inteligencia emocional sigue sin ser vista como algo que las personas busquen desarrollar o prestarle mayor atención, pero hay formas de desarrollarla por cuenta propia.

 

Por ejemplo, lo primero es aprender a reconocer los errores que uno comete y aprender de ellos, además de que siempre es necesario aprender a valorar los triunfos de otras personas sin tener que compararse, sentirse menos o menospreciarse.

 

 

Sentimientos como el enojo y la tristeza son de los que más tienen que controlarse, pero todo requiere de tiempo y es muy probable que las primeras veces el individuo se confunda al momento de controlar estas sensaciones.

 

Una de las mejores formas de desarrollar esta inteligencia es el trabajo en equipo, pues estas permiten crear vínculos con otras personas y compañeros de trabajo, lo cual se traduce en un mejor rendimiento y una menor fatiga al momento de hacer actividades.

 

Aunque muchas personas tienen la capacidad de aprender y practicar las características de la inteligencia emocional por cuenta propia, otras más requerirán de apoyo, por lo que lo más recomendable es acudir con un psicólogo para entenderlas y aprenderlas.

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