Tras lo sucedido en Turquía y Siria con los terremotos más devastadores en los últimos 100 años en la región, la ayuda llegó desde México con brigadas de rescate del Ejército, la Marina y la Cruz Roja acompañados de perros rescatistas, cuya función está centrada en buscar personas entre los escombros.
Entre estos canes hay dos que destacan por la historia detrás de ellos. Orly y Balam son hijos de Athos, un perro rescatista de raza Border Collie que perdió la vida a causa de una intoxicación con salchichas envenenadas en Querétaro. Desgraciadamente no fue la única pérdida, pues también se reportó el fallecimiento de Tango, un perro Yorkshire que se dedicó principalmente a tareas de acompañamiento emocional. A ellos también se sumó la hospitalización de Balam, hijo de Athos, que fue salvado.
Athos participó en labores de rescate en la Ciudad de México tras el terremoto del 19 de septiembre del 2017, donde consiguió hallar a siete personas, además de labores de salvamento en Guatemala por la erupción de un volcán en 2018. Por su parte, Tango se especializaba en el tratamiento sicológico a personas con problemas emocionales y a niños con síndrome de Down, traumas y ansiedad.
Este caso, ocurrido el 13 de junio del 2021, sentó un precedente, pues fue el primer proceso penal en contra de una persona por maltrato animal en todo el territorio nacional. El dictamen final, admitido en agosto de 2022, dio como resultado una sentencia de 10 años y medio de prisión para la persona que envenenó a los perros, Benjamín “N”, un hombre de 60 años, vecino del hogar donde vivían los animales.
Previamente ya había expresado su inconformidad con la presencia de los canes, hasta que logró deshacerse de ellos terminando con su vida. Aparte de la estadía en prisión, también pagará más de dos millones de pesos por “daños irreparables a la sociedad”.
Cambios en las leyes de bienestar animal
Para que esto fuera posible, se dieron cambios en las leyes de protección animal que abarcaron varias vertientes como abuso, maltrato físico, abandono y mayores cuidados en el traslado de animales de cría.
La legislación ha sido extensa en cuanto al cuidado y bienestar animal. Por ejemplo, el 11 de noviembre del 2020 el grupo parlamentario de Morena, de la mano de la diputada María Chávez Pérez, presentó una iniciativa de reforma al artículo 419 del Código Penal Federal para tipificar cualquier forma de maltrato animal. La legisladora argumentó que la violencia contra otros seres vivos no solo los afecta a ellos, pues también tiene reflejos en la violencia familiar.
Para marzo del 2021 se obtuvo resolución favorable, ya que el Congreso aprobó con 444 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones, dichas reformas al Título Vigésimo Quinto, además de la adición de otro apartado, el Capítulo Segundo Bis, “Delitos contra la vida y la integridad de los animales”, este abarca los artículos 420 Bis 1, 420 Bis 2, 420 Bis 3, 420 Bis 4 y 420 Bis 5 a dicho Código.
En estas reformas se comprenden sanciones para toda persona que incurra en actos que atenten contra la vida animal, de 10 a 100 días multa o de 60 a 180 jornadas de trabajo comunitario, así como una pena de tres meses a dos años de prisión.
En cuanto a sanciones económicas, se impondrán multas de 100 a 150 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente.
El 18 de noviembre de 2022 también se anunció la reforma a la Ley de Sanidad Animal, que busca mejorar las condiciones en que son trasladados los animales de cría para consumo. Esto para desempeñar prácticas más humanitarias que reduzcan el sufrimiento de los animales durante su movilización.
Las leyes que se han erigido para el bienestar animal son cambiantes dependiendo del estado. Por ejemplo, a inicios de este año en Puebla se presentó la iniciativa para la prohibición de lugares que funcionen como criaderos de animales con fines de comercialización.
Dicha propuesta fue presentada por la diputada del PAN, Aurora Sierra Rodríguez, bajo la premisa de que perros y gatos son los principales objetos de reproducción indiscriminada para venta, lo que abona a la problemática de los animales en situación de calle.