El sector agropecuario consumió el 76 por ciento del agua en México durante 2020, siendo la industria con mayor gasto, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Por su parte, el abastecimiento público se colocó en el segundo lugar, consumiendo el 15%.
México ya experimenta los efectos negativos de la falta de agua, particularmente las regiones centro y norte del país han vivido escasez del líquido vital derivado del aumento de sequías. Datos del Banco Mundial señalan que la disponibilidad promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos en 1960 a cuatro mil en 2012. Para 2023, se estima que la disponibilidad baje a los tres mil metros cúbicos por habitante al año.
De acuerdo con IMCO, la producción de alimento para consumo humano, forraje y producción ganadera fue el sector con mayor consumo de agua. El Gobierno de México concesionó el 76% del agua total para riego de cultivos y ganadería.
Por su parte, el abastecimiento público, es decir para los hogares y para el uso urbano, consumió 15%. El líquido fue distribuido por medio de las redes de agua potable a domicilios, industrias y a otros usuarios conectados a dichas redes.
La industria autoabastecida, que incluye a la agroindustria, comercios y servicios que toman agua directamente de los ríos, lagos, arroyos y acuíferos del país consumieron el cinco por ciento. Finalmente, las centrales termoeléctricas consumieron el cuatro por ciento del líquido vital total para la generación de energía eléctrica, excluyendo la hidroeléctrica.
En 14 estados de México el clima es árido o semiárido, lo cual hace que el país sea vulnerable a sequías. Si bien, son fenómenos recurrentes, en la última década han ido aumentando con intensidad y duración. Durante 2021 se registraron ocho mil 491 sequías, de las cuales 71% fueron severas, 26% extremas y 3% excepcionales, es decir con escasez total del líquido.
Ante ese panorama, el IMCO propuso mejorar el monitoreo del uso del agua para contar con datos e indicadores que permitan tener una gestión más eficiente en México. Asimismo, exhortó a desarrollar proyectos climáticos en el sector agropecuario por medio de la compra y venta de bonos de carbono.
Se señaló que se debe evaluar y actualizar la delimitación de los acuíferos del país con criterios geofísicos y no geopolíticos. La infraestructura hídrica necesita una mejora en México, pues permitirá tener una gestión más eficiente para atender el problema de fugas y tomas clandestinas, señaló el instituto.