Uno de los medios de comunicación que, definitivamente, revolucionó al mundo fue el teléfono, patentado por Alexander Graham Bell un 7 de febrero de 1876. Hoy en día estos dispositivos ya no son ni medianamente parecidos a lo que patentó el británico hace 147 años.
Graham Bell es el conocido como el inventor de este aparato, pero autor real de este invento fue el italiano Antonio Meucci. Si fue así entonces, ¿por qué se le atribuye a Alexander?
Esto pasa a ser una cuestión económica. Meucci hizo la primera demostración de su proyecto en 1854, el cual usó para poder mantener comunicación con su esposa enferma. Lo enseñó al público en 1860 y lo llamó “teletrófono”; sin embargo, no contaba con el dinero suficiente para pagar el derecho a ser reconocido como el verdadero inventor. Caso contrario del nacido en Escocia, quien era conocido por ejercer su defensa en los tribunales para que se le diera dicho reconocimiento.
Pero ni siquiera el término es plenamente suyo, pues fue el alemán Johann Philipp Reis fue quien acuñó el nombre por un invento parecido que no concretó por completo.
Desde el 14 de febrero de 1876, Graham Bell se sobrepuso a un total de 600 demandas en su contra, incluida la de Meucci. Un autor llamado Set Shulman, quien documentó el caso, determinó que la “victoria” de Bell en los tribunales se debió a que sobornó a un revisor de patentes.
Finalmente, en 1876 tras una serie de polémicas y disputas, se dio la estocada final a favor de Graham Bell. No obstante, en 2002 el Congreso de Estados Unidos hizo el reconocimiento a Antonio Meucci como inventor real del teléfono.
Por otro lado, a lo largo de los años se han dado cambios significativos entre el aparato creado por Meucci y lo que conocemos hoy en día.
Todo empezó con un teléfono fijo conectado a una central que enlazaba manualmente las llamadas entre ocho líneas. Las personas que se encargaban del enlace preguntaban con quién querían comunicarse y eran las mismas que tenían que terminar la llamada, por lo que, en ocasiones, debían estar al pendiente de lo que hablaban entre usuarios.
En 1889 se dieron las primeras centrales automáticas con un origen dado por el cotilleo y los negocios. Un empresario fúnebre de Kansas City, Almon S. Strowger, se dio cuenta de que la esposa de su competidor era operadora telefónica, por lo que se enteraba de los fallecimientos y desviaba las llamadas a la funeraria de su pareja. Strowger pensó que era necesario eliminar ese puesto para que no se afectaran sus negocios, por lo que ideó un sistema de marcación rotatorio que permitiera el enlace sin un intermediario, solo marcando tres números. Incluso dio lugar a las llamadas de larga distancia.
Esto abrió nuevas posibilidades, como en 1889, que se trajo el teléfono público de monedas gracias a William Gray en Hartford, Connecticut. Desde esa época se dieron cambios principalmente en la forma de conexión, pasando a lo digital, pero no en los modelos de fabricación, hasta que se inventó el primer teléfono portátil.
Fue Motorola con su modelo DynaTac en 1973 la empresa que desarrolló el primero de su clase, pero con un enorme tamaño que los hacía difíciles de transportar, aproximadamente 750 gramos.
Ya en 1994 se dio una segunda generación con dispositivos más ligeros y funcionales, principalmente de marca Nokia. Aquí se veía mayor funcionalidad con opciones como calculadora, agenda y mensajería. Dos años después se lanzó el primer modelo que se doblaba, un hito estético.
Para 2001 ya había artículos que incluían pantalla a color, cámara y lectura de archivos multimedia como música, fotos y videos.
El 29 de junio del 2007 vio la luz uno de los proyectos más revolucionarios en la industria, pues la empresa Apple, de la mano de Steve Jobs, desarrolló el iPhone 1 que ya contaba con tecnología 2G. Marcó un antes y un después en el mercado de móviles, los cuales ya se asemejaban más en funciones a una computadora, acercándose a los llamados “smartphones” o teléfonos inteligentes.
Al día de hoy, marcas como Samsung, iPhone, Motorola, Huawei y Xiaomi, encabezan el mercado con celulares de gran capacidad, con tecnología 5G, conexión a internet con datos móviles, capacidades de almacenamiento hasta de un terabyte y cámaras que se usan incluso para la creación de películas por su calidad de imagen.
Su importancia hoy en día no se limita solamente a la generación y comunicación con llamadas y mensajes, pues se ha vuelto una herramienta de trabajo para quienes se dedican a los medios informativos y redes sociales, pero también para otros ámbitos como los negocios, pues gracias a las nuevas plataformas de inversión en línea se pueden hacer transacciones desde estos dispositivos.