Las células madre son la materia prima del cuerpo, estas tienen el potencial de convertirse en muchos tipos de células con funciones especializadas, permitiendo ayudar en diversos tratamientos e investigaciones médicas, aunque su uso en México puede acarrear costos de hasta un millón de pesos.
El método más habitual en el que se emplean las células madre para tratar una enfermedad es a través de un trasplante, ya que pueden ser orientadas para convertirse en células específicas que se pueden usar en personas para regenerar y reparar tejidos que la afección ha dañado o afectado.
Este tipo de tratamiento podría usarse para reemplazar las neuronas dañadas por lesiones de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares, enfermedad de Alzheimer, Parkinson u otros problemas neurológicos, aunque se siguen llevando a cabo investigaciones para atender otro tipo de padecimientos.
En México, un trasplante de células madre (TMO) puede costar entre 1’000,000 y 3’000,000 de pesos, aunque el precio depende del hospital donde se atienda al paciente y el lugar donde esté el donador, pues en caso de venir del extranjero se deben cumplir con ciertos tramites, además de cubrir los costos de traslado.
El proceso de recolección también afecta, pues si estas se obtienen a través de la donación de la médula ósea, los costos se incrementarán, aunque si la donación se hace mediante una donación periférica de sangre el precio pueden ser más bajo.
¿De dónde provienen las células madre?
Aunque hay varias fuentes, las dos principales son: las células madre embrionarias y células madre adultas. Las primeras provienen de embriones que tienen de 3 a 5 días de vida. En esta etapa, un embrión se llama blastocisto y tiene alrededor de 150 células.
Estas son células pluripotentes, lo que significa que pueden dividirse en más células madre o pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Esta versatilidad permite que las células madre embrionarias se utilicen para regenerar o reparar tejidos y órganos afectados por una enfermedad.
Por otro lado, las células madre se encuentran en pequeñas cantidades en la mayoría de los tejidos adultos, como la médula ósea o la grasa, aunque tienen una capacidad más limitada para generar diferentes células del cuerpo. Actualmente se están probando en el tratamiento de personas con enfermedades neurológicas o cardíacas.
Tratamientos con células madre y su aprobación ante la FDA
A pesar de los prometedores avances en el estudio de las células madre, los verdaderos resultados de estos tratamientos no se verán hasta dentro de unos años y por el momento, solo algunos pacientes suelen calificar para su uso mediante los trasplantes de medula ósea.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha advertido en múltiples ocasiones los riesgos de someterse a tratamientos que no hayan sido aprobados. Y es que, la noticia de las terapias con células madre como el nuevo camino para tratar enfermedades o trastornos para los cuales hay pocas opciones de tratamiento, ha provocado que sean publicitadas como tratamientos milagro.
Con excepciones limitadas, los productos experimentales también deben pasar por el exhaustivo proceso de evaluación de la FDA, en lo que los investigadores se preparan para determinar la seguridad y eficacia de los productos en estudios bien controlados practicados en seres humanos, llamados ensayos clínicos.
Actualmente, los únicos productos hechos a base de células madre que están aprobados por la FDA para su uso en los Estados Unidos consisten en las células madre que forman la sangre (células progenitoras hematopoyéticas), derivadas de la sangre del cordón umbilical. Estos productos están aprobados para un uso limitado en pacientes con trastornos que afectan el sistema del cuerpo que tiene que ver con la producción de sangre, llamado sistema hematopoyético.