La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó a México protección urgente a una comunidad jesuita del norte del país, donde el año pasado fueron asesinados por delincuentes dos sacerdotes y dos laicos en un templo católico, informó este miércoles un organismo de la orden religiosa Compañía de Jesús.
"La CIDH otorgó medidas cautelares a once integrantes de la comunidad jesuita, tras considerar que se encuentran en una situación de riesgo de daño irreparable, grave y urgente", informó el Centro de Derechos Humanos 'Agustín Pro SJ' de esa orden religiosa.
Los sacerdotes jesuitas Javier Campos (78 años) y Joaquín Mora (81) fueron asesinados dentro de una iglesia en Urique, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua (norte), en momentos en que otra persona era atacada por los autores del crimen, quienes secuestraron y asesinaron a otra, el 22 de junio de 2022.
"Las medidas son otorgadas a 11 integrantes de la comunidad jesuita, en riesgo tras el asesinato de los sacerdotes", detalla un comunicado del centro jesuita.
Los religiosos que vivieron durante décadas en las sierras del norte del país junto a las comunidades indígenas tarahumaras fueron asesinados junto al guía de turistas Pedro Palma y el joven Paul Berrelleza.