La evolución de los ferrocarriles en un México que se transforma

La evolución de los ferrocarriles en un México que se transforma

Foto: Enfoque

El móvil de la creación del Museo Nacional del Ferrocarril se debe la intención de Ferrocarriles Mexicanos de reconocer el valor histórico inherente a la empresa, siendo uno de los principales impulsores económicos, de desarrollo y cambio social en su época.

 

Así lo comenta Teresa Márquez Martínez, directora del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero (CNPPCF), quien, en entrevista para Imagen Poblana, cuenta cuales han sido los principales cambios de la industria ferrocarrilera y qué le depara el futuro.

 

En 150 años de vida, el sector ha visto numerosas modificaciones, pero Márquez Martínez puntualiza en que son el cambio de pasajeros a carga y sus modos de fabricación las principales alteraciones.

 

“Desde el punto de vista tecnológico, cada vez son más rápidos, veloces, potentes…”, afirma Teresa, pero hay un punto que ella considera crucial en cuanto a las necesidades del mundo actual: su compromiso con el medioambiente.

 

Reconoce que en la industria hay preocupación, pues los trenes pueden ser vistos como altos contaminantes por las ideas que se tienen de su funcionamiento con materiales nocivos como el carbón, por lo que avala las preocupaciones de los ferrocarrileros en pro de aminorar el calentamiento global.

 

“El gran cambio que no fue muy bienvenido fue el abandono de los pasajeros”, sentenció. Aunque ve un fortalecimiento de los llamados “ferrocarriles urbanos”, como los sistemas de metro en ciudades como Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México.

 

 

Al respecto, hizo nuevamente hincapié sobre la importancia de los trenes como métodos de transporte que puedan ser ecológicos por su capacidad de mover personas.

 

¿Qué viene en el futuro para los ferrocarriles nacionales? Teresa Márquez reitera que nos encontramos en un momento de inflexión por los nuevos proyectos iniciados por la actual administración federal, puntualmente con la construcción del Tren Maya y del Ferrocarril Transístmico.

 

En un contexto diferente al de hace 150 años, sin caer en comparaciones, se deben ver estos dos hechos como la capacidad, aún vigente, de los ferrocarriles como agentes de cambio en la sociedad. Si bien, antes era un país que estaba constituyéndose, lo de hoy es algo que ella llama “un país que está transformándose”.

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