La brutalidad policial es un tema muy común cuando se habla de las fuerzas de seguridad pública en los Estados Unidos; sin embargo, en México también hay este fenómeno con casos más exacerbados y violentos, y lamentablemente muchas veces los “guardianes” no reciben castigo.
Mientras que en el vecino estado del norte los casos de brutalidad policial están asociados principalmente a actos de racismo, abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza, en México los casos documentados están asociados al crimen organizado y se habla desde desaparición forzada hasta tortura.
Esto refleja que en México la descomposición de los integrantes de las fuerzas de seguridad pública resulta ser más extrema, pues además se desarrolla en la completa clandestinidad y muchas veces con operaciones paramilitares, en colusión con bandas criminales y omisión por parte de los superiores.
De acuerdo con los últimos aportes de organizaciones como Amnistía Internacional, en México se han documentado casos de abuso policial relacionados con delitos como homicidio, tortura, desaparición forzada, secuestro y lesiones, cometidos por encargo para un grupo criminal o de forma independiente por los autores materiales.
Las cifras de las organizaciones sociales señalan que, dependiendo del delito, existe alguna corporación que está señalada principalmente por dicha práctica; por ejemplo, los agentes ministeriales de las diferentes fiscalías y procuraduría en el estado son los que están asociados en mayor cantidad a los casos de desaparición forzada.
En tanto que las policías municipales están más relacionadas con los casos de lesiones, pues muchas veces se trata de los oficiales que están a cargo de la detención de alguna persona y son los encargados de hacer la remisión como primer respondiente, por lo que suelen recurrir a la rudeza en el castigo al momento de la detención o mientras se encuentran en los famosos separos.
Los casos documentados en México relacionados con abuso policial por secuestro y homicidio están principalmente asociados a los elementos de las diferentes policías estatales; sin embargo, también hay casos documentados cometidos por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Mientras que en Estados Unidos la mayoría de los casos de abuso policial son juzgados, sin importar que el caso se resuelva a favor o no de la víctima, en México muchas veces los responsables no llegan ni siquiera a enfrentar un proceso penal, lo cual habla de que la brutalidad policial en México se comete con un mayor grado de impunidad.
En el caso de Puebla, hay casos de brutalidad policial cometidos por autoridades municipales como ocurrió en el municipio de San Miguel Xoxtla, donde un estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla fue detenido con uso excesivo de la fuerza y falleció mientras estaba en los separos de esta demarcación.
Más recientemente, el caso ocurrido en la colonia Reforma Sur, donde cuatro elementos de la Policía Municipal de Puebla fueron detenidos luego de perseguir a balazos a dos personas, de las cuales una murió.