Que los niños salgan a jugar ayuda a reducir los efectos negativos de pasar tiempo frente a la pantalla de dispositivos electrónicos, según una investigación de la Universidad de Osaka, en Japón. De acuerdo con un comunicado de la institución, un mayor tiempo frente a la pantalla de dispositivos electrónicos a los dos años se asocia con una comunicación y habilidades de la vida diaria más deficientes al llegar a los cuatro.
Durante el estudio, los investigadores dieron seguimiento a 885 niños de 18 meses a cuatro años de edad. Para esto, se consideraron tres puntos a observar: el tiempo promedio frente a una pantalla por día a los 24 meses. También la cantidad de juegos al aire libre a los dos años y ocho meses y, finalmente, el desarrollo neurológico a los cuatro. Para esto último, se analizó particularmente la comunicación, las habilidades de la vida diaria y las puntuaciones de socialización.
Al revisar este período, los investigadores encontraron que tanto la comunicación como las habilidades de la vida diaria fueron peores a los cuatro años en quienes pasaron más tiempo con un dispositivo electrónico a los dos. No obstante, el tiempo de juego al aire libre tuvo efectos muy diferentes en estos dos indicadores del desarrollo neurológico.
De esta forma, un mayor tiempo de juego al aire libre disminuyó los efectos negativos del tiempo frente a la pantalla de dispositivos electrónicos, en cuanto a las habilidades de la vida diaria. Según los investigadores, se trató de una reducción en un 20 por ciento de los efectos negativos en este rubro. Además, el juego al aire libre a los dos años y ocho meses también mejoró la socialización, aunque aunque no se relacionó con el tiempo frente a la pantalla.
Tras los confinamientos por la pandemia de Covid-19, el mundo registró un incremento del tiempo frente a la pantalla de dispositivos electrónicos, particularmente un 52% en niños y adolescentes. Investigaciones anteriores ya advertían que el uso prolongado de medios electrónicos en niños de dieciocho meses se relacionaba con hiperactividad, poca capacidad de atención y concentración a los cinco años de edad.
Aunque pasar tiempo frente a la pantalla de un dispositivo durante la niñez tenga efectos negativos, salir a jugar al aire libre puede ayudar a mitigar algunos de ellos. De esta forma, los especialistas recomiendan optimizar el tiempo que los niños pasan con dispositivos electrónicos, para un desarrollo neurológico apropiado.