El 27 de enero se conmemora el Día Mundial de la Extracción de Leche Materna, aunque pocas personas conocen la importancia de este alimento, así como la presencia de bancos dedicados a su almacenamiento para proporcionárselo a los menores que, por alguna razón, no pueden estar cerca de su madre.
El Día Mundial de la Extracción de Leche Materna tiene como fin conmemorar a aquellas mujeres que aún preservan esta actividad y que tienen tanto el tiempo como la paciencia para alimentar a sus bebés con el también llamado primer alimento, pues actualmente el ritmo de vida de muchas mujeres les impide llevar a cabo este proceso.
La extracción de leche materna se puede hacer de diversas formas y por diferentes motivos, aunque la principal de ellas es para mantener este tipo de alimentación en los bebés, aun cuando la madre no esté cerca para poder alimentarlo directamente.
La incorporación de las mujeres a la vida laboral también puede ser uno de los motivos por los cuales decidan extraerse la leche para que su bebé la pueda tomar sin importar que ella no esté presente, también puede tener motivos clínicos, pues algunos bebés prematuros o muy pequeños no son capaces de succionar del seno de su madre.
Muchos pediatras recomiendan a las madres extraer la leche de forma manual para aumentar la cantidad de este alimento que producen las glándulas mamarias, ya que a veces no es suficiente con la estimulación de la succión que lleva a cabo el bebé.
¿Cómo son los bancos de leche?
Dentro de los motivos clínicos para la extracción de leche materna está precisamente que muchas veces, por complicaciones al nacer o alguna otra enfermedad, el bebé no puede estar cerca de su madre para ser alimentado de forma directa.
Es en ese momento cuando se requiere proporcionarles de este alimento a través de un biberón que contiene la leche extraída manualmente por una mujer, y la cual principalmente está almacenada en un banco de leche humana.
En México, hay 32 bancos de leche humana que están distribuidos en 18 entidades federativas, los cuales tienen como fin la promoción y el apoyo a la lactancia materna a través de actividades de recolección, almacenamiento, procesamiento, control de calidad y distribución a los recién nacidos hospitalizados.
En el caso de Puebla, se cuenta con dos bancos de leche autorizados por la dirección de atención a la salud materna y perinatal de la Secretaría de Salud, los cuales están en el Hospital de la Mujer de la ciudad de Puebla, y en el Hospital de la Mujer y Neonatología del municipio de Tehuacán.
Muchas mujeres que están en capacidad y en condiciones de poder donar leche materna, acuden a estos bancos para entregar muestras que sirven para apoyar a recién nacidos hospitalizados, además los requisitos son relativamente mínimos.
Lo primero que se toma en cuenta es que la mujer debe de tener un excedente de leche materna que permita donar el líquido sin que su bebé tenga que quedarse sin él, además, se deben de hacer exámenes de laboratorio para detectar enfermedades como VIH, hepatitis, sífilis y se debe de corroborar que la donante no tenga adicción al cigarro.
Aunque para las donaciones de sangre se han ido eliminando algunos requisitos, el tema de la donación de leche materna aún está restringido para las mujeres fumadoras, las que se hicieron transfusiones sanguíneas, las que tienen tatuajes y las que en algún momento han consumido algunas sustancias psicotrópicas.
En el caso de la leche materna donada a través de estas vías, se hace un proceso de análisis de olor, color, bacteriología, además de qué se pasteuriza, se refrigera o se congela, todo con la finalidad de que se entregue en las mejores condiciones.
La leche que se dona en los bancos de leche humana no tiene ningún precio para el beneficiario, pero tampoco se distribuye de forma abierta, pues solamente se utiliza en casos verdaderamente necesarios.
En redes sociales, hay algunas mujeres que comercializan su leche materna, pero al menos en México no hay una legislación para regular este tipo de actividades, por lo que no se puede establecer si es legal o no, aunque sanitariamente no es recomendable.
Toda la leche que se proporciona debe de pasar por un proceso para garantizar su calidad, pero cuando se adquiere leche materna de una mujer cuyas condiciones sanitarias no se conocen, lo menos recomendable es dársela a un bebé.
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