La persona más longeva del mundo, la monja francesa Lucile Randon, falleció a la edad de 118 años, comunicó este miércoles la agencia de noticias AFP.
"Es una gran tristeza, pero ya quería unirse a su querido hermano. Para ella ha sido una liberación", dijo a AFP un portavoz de la caza de ancianos de Sainte-Catherine Laboure, en Tolón, donde vivió Randon.
Poco antes de haber cumplido los 117 años, la anciana venció al coronavirus.
Lucile Randon nació el 11 de febrero de 1904. De joven trabajó como institutriz, luego trabajó en un hospital y más tarde se hizo monja y adoptó el nombre de hermana André.
En su cumpleaños en 2019 recibió una carta del Papa Francisco y un rosario santificado.