Científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk desarrollaron catalizadores capaces de convertir el dióxido de carbono en sustancias químicas útiles.
Se sabe que el dióxido de carbono (CO2) es un gas de efecto invernadero, que en grandes cantidades perjudica al medioambiente y acelera el proceso de calentamiento global. Debido a estos riesgos, en todo el mundo se están desarrollando y aplicando métodos para descarbonizar la economía. Es decir, reducir las emisiones de CO2 en la industria, señala la Universidad Politécnica de Tomsk —TPU por sus siglas rusas—.
Los especialistas de la universidad propusieron una forma de absorber y procesar el CO2 utilizando catalizadores basados en carburos metálicos que son compuestos de metales con carbono.
"El catalizador consta de dos partes: el soporte, que en sí mismo es condicionalmente neutro, y la fase activa, que se aplica sobre él y acelera la reacción. Utilizamos níquel y cobalto como sustancias activas y compuestos de carburo metálico desarrollados por nosotros como sustrato", explica Alexéi Pestriakov, profesor de la Escuela de Investigación de Tecnologías Químicas y Biomédicas de TPU.
Añadió que los catalizadores propuestos pueden utilizarse para extraer dióxido de carbono de los gases de escape de empresas y centrales eléctricas, y convertirlo después en sustancias de valor comercial. El experto indicó que el gas de síntesis, los carbonatos cíclicos, el metanol y otras sustancias se encuentran entre ellas.
Tecnologías similares basadas en adsorbentes o absorbentes también pueden absorber emisiones de dióxido de carbono potencialmente nocivas, pero no transformarlas en otros compuestos, señaló el experto.
"En la práctica, nuestro método sería así: una mezcla de reacción que contiene dióxido de carbono se hace pasar por una capa de catalizador en un reactor. Después, a cierta temperatura y presión, el CO2 se convierte en productos químicos útiles", prosigue Pestriakov.
Las cualidades importantes de los catalizadores en desarrollo son la estabilidad, es decir, la capacidad de no descomponerse por sobrecalentamiento, la resistencia mecánica y la resistencia a la coquización, que puede reducir la eficacia de los catalizadores, señaló el investigador.
En la siguiente fase, el equipo de investigación tiene previsto optimizar una serie de parámetros: seleccionar la composición química óptima de los catalizadores para aumentar su durabilidad y reducir la temperatura necesaria para transformar el CO2 en los productos deseados. El equipo también optimizará las condiciones del proceso, como la presión, la temperatura y el caudal, entre otras.
Pestriakov señaló que la recuperación de CO2 mediante su inyección en yacimientos agotados es una tecnología igualmente prometedora e interesante para los industriales, que también están desarrollando los especialistas de la universidad.
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