El accidentado “metrobús” de Puebla

El accidentado “metrobús” de Puebla

Foto: Enfoque

Con la finalidad de tener un sistema de autobuses de tránsito rápido (o BRT por sus siglas en inglés) en Puebla, como el que ya tenían ciudades como Guadalajara, Monterrey o la Ciudad de México, en 2015 se implementó la Red Urbana de Transporte Articulado, la cual ha brillado por múltiples escándalos, entre ellos los constantes percances viales.

 

A diferencia del Metro de la Ciudad de México, el cual es una red mucho más amplia de transporte masivo y que actualmente está en el ojo del huracán por sus constantes fallas, los BRT son autobuses que circulan en sistemas troncales confinados, junto al resto de los vehículos de automotor.

 

Como todo sistema de transporte, la implementación de un BRT requiere de una amplia planeación, pues si ésta no se hace de forma eficiente puede generar problemas como los que en su momento ha tenido ruta en Puebla, donde muchas vialidades tuvieron que ser adoptadas para poder albergarlo.

 

¿Son culpa de RUTA los accidentes?

 

Haciendo una revisión hemerográfica de los diferentes percances viales que ha registrado RUTA desde su implementación, destaca el hecho de que en la mayoría de los casos los conductores de estos autobuses no fueron los responsables de los percances viales en los que se vieron involucrados.

 

Al principio de su implementación en 2015, se registraron varios hechos de tránsito principalmente porque los automovilistas tuvieron que adaptarse a la eliminación de las vueltas a la izquierda en vialidades importantes como la Diagonal Defensores de la República o el Bulevar Atlixco.

 

Los cortes de circulación por parte de vehículos particulares fueron constantes y provocaron varios hechos de tránsito con los autobuses de la línea RUTA, los cuales fueron reduciéndose con el paso del tiempo, pero que hasta la fecha continúan ocurriendo por la imprudencia de los conductores que invaden el carril confinado.

 

La mayoría de los incidentes en los que se ven involucrados estos autobuses tienen que ver principalmente con la invasión del carril confinado, ya sea por otros automóviles, motociclistas, ciclistas y desde luego peatones, mostrando falta de conocimiento al reglamento de tránsito.

 

Además de los choques, otros hechos comunes en los cuales se ve involucrado RUTA son los atropellamientos, que en la mayoría de las ocasiones tienen que ver con la falta de cultura vial por parte de los peatones, los cuales no respetan los cruces peatonales.

 

Aunque el modelo de la mayoría de los autobuses de RUTA permite a los chóferes tener una mayor visibilidad, no se puede pasar por alto el hecho de que son vehículos de gran tamaño y los conductores pierden la visibilidad de una persona de estatura promedio a determinada distancia.

 

Si un peatón no respeta la luz del semáforo y encima de ello cruza en un punto donde no hay un paso peatonal, es muy probable que pueda sufrir un accidente, no solamente al ser atropellado por una unidad de RUTA, sino por cualquier otro tipo de vehículo, que es lo que generalmente ocurre.

 

A pesar de que la mayoría de los automovilistas reconocen esta situación, la Fiscalía General del Estado suele ponerse de lado del peatón y siempre que ocurre un hecho de este tipo se califica como una falta de precaución del conductor y no del transeúnte.

 

Esto no quiere decir que los conductores de RUTA están exentos de toda responsabilidad, pues también se han registrado accidentes en los cuales el operador de estos autobuses fue el responsable del hecho, ya sea por no respetar una luz del semáforo o por perder el control del vehículo y salirse del carril confinado.

 

¿Es sólo la cultura vial?

 

Hasta el momento se ha hecho mención únicamente a la cultura vial como uno de los motivos por los cuales ocurren los accidentes de tránsito relacionados con RUTA, pero hay que señalar que desde su concepción, este sistema BRT no se aplicó de forma correcta y algunas vialidades no fueron diseñadas para albergarlos.

 

Por ejemplo, algunas estaciones de RUTA están muy espaciadas o lejos de un cruce peatonal, lo cual hace que los usuarios no tengan las condiciones adecuadas para poder cruzar la calle y abordar las estaciones de forma segura.

 

Al no ser vialidades que fueron diseñadas para albergar un sistema BRT, muchos bulevares y avenidas tuvieron que reducir el espacio para los vehículos y así poder destinar uno de los carriles al paso de los autobuses de RUTA, lo cual muchas veces termina complicando el tránsito de los mismos automóviles y de otras unidades.

 

En esta distribución vial, quienes terminaron por perder fueron los ciclistas, los cuales actualmente libran una batalla para poder obtener un espacio digno en las calles de las grandes ciudades como Puebla, pues si bien se ha impulsado la creación de ciclovías, en aquellos sitios donde atraviesa RUTA ya no hay espacio para colocarlas.

 

Es por ello que muchas veces vemos a los ciclistas circulando en el carril confinado, lo cual los vuelve más propensos a sufrir un accidente, aunque para ellos resulta más seguro, pues van lejos del resto de los automóviles que apenas y caben en los carriles restantes.

 

Es así que podemos ver que además de la falta de cultura vial, el mal diseño para la aplicación del sistema BRT en muchas vialidades, son los principales factores de los hechos de tránsito en los cuales se ve involucrado constantemente la Red Urbana de Transporte Articulado.

 

El modelo por sí solo puede ofrecer grandes beneficios a las ciudades que deben de mover diariamente a miles de usuarios para llegar a sus destinos, pero es necesario que haya un correcto análisis de aplicación de todos los aspectos para poder hacer que se vuelva a un sistema efectivo.

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