Luego de permanecer cautivos desde el pasado diciembre por ser señalados como responsables de la administración del medio digital Escenario Calentano, el periodista Jesús Pintor Alegre y el químico Fernando Moreno Villega fueron liberados en Tierra Caliente.
En un video difundido en redes sociales, Pintor Alegre contó que sus secuestradores estaban encapuchados, por lo que no pudo distinguir quiénes eran. "Tenía venda y las manos esposadas", dijo.
La Fiscalía de Guerrero señaló que los hombres fueron encontrados en la madrugada cerca del río Cuirio en Coyuca de Catalán. De acuerdo con el periodista, sus captores decidieron dejarlos en libertad tras darse cuenta de que ellos no eran los administradores del medio digital.
"Fui acusado de ser editor o administrador de la página, una cuestión falsa y finalmente decidieron liberarnos", explicó Pintor Alegre.
Por otro lado, Moreno Villega, indicó que no es periodista y que fue raptado el 25 de diciembre. "Unas personas me llegaron por atrás, me ataron a los ojos, no alcancé ver quién, no vi nada. Solamente me dijeron 'súbete aquí' (...) Nos llevaron a un lugar y desconozco a dónde", dijo.
"Ellos (los secuestradores) estaban comentando que yo era el administrador o el creador de la página de Escenario Calentano, pero no es cierto", contó. De acuerdo con Moreno, el responsable del medio digital es García Aguilar, de quien desconoce el paradero.
Hace unos días, se viralizó un video en el que aparecen García y Moreno admitiendo que eran miembros Escenario Calentano, mientras estaban descalzos y atados de pies y manos. En las imágenes, las víctimas explicaron que su captura tuvo que ver con la difusión de información en contra de personas que operan en Tierra Caliente.
En este sentido, Moreno Villegas recalcó que nunca había hecho una publicación en ese medio, además, atribuyó la responsabilidad a García Aguilar. El medio Escenario Calentano fue creado hace cinco años por Alan García y reportaba sobre temas de inseguridad y violencia en la región.
Por su parte, Pintor Alegre vivió durante muchos años en Chilpancingo, donde trabajó como reportero de La Jornada, aunque se reveló que no solía cubrir notas de tipo policiaco.