Estos son los impactos negativos para el cerebro de las dietas veganas

Estos son los impactos negativos para el cerebro de las dietas veganas

Foto: Pixabay

Comenzar una dieta vegana no es una decisión sencilla, pues se deben tomar en cuenta múltiples factores, uno de los más importantes es cómo afectará la carencia de ciertos nutrientes al organismo, específicamente al cerebro.

 

Ser vegano conlleva ciertos beneficios para la salud, como un mejor control en los niveles de colesterol y una presión arterial más baja, pero también conlleva algunos aspectos negativos.

 

Habitualmente se cree que los alimentos procedentes de los animales son solo una fuente de proteína y hierro, pero en realidad, algunos nutrientes que son vitales para la salud del cerebro están en derivados de alimentos de animales.

 

Uno de los más importantes es la vitamina B12, presente en el pescado, la carne, en las aves de corral, así como en los huevos y lácteos. En este caso, un déficit de esta vitamina puede causar profundos daños en el cerebro, como dolor de cabeza, fatiga, problemas de concentración, bajo estado anímico y depresión.

 

 

 

La colina también es otro nutriente importante para el cerebro y se encuentra habitualmente en alimentos procedentes de animales, como el hígado, yema de huevo, la carne de vaca o el pescado.

 

El cuerpo requiere de la colina para crear neurotransmisores llamados acetilcolina, que tienen un papel fundamental en el aprendizaje, la memoria, atención y en hábitos de sueño saludables.

 

Los vegetales y la fruta contienen muy pocas cantidades de este nutriente, por lo que las personas veganas están en riesgo de sufrir un déficit de colina. Por otro lado, una de las sustancias más importantes para el cerebro es el yodo, que se encuentra en las algas, el marisco, los lácteos, los huevos y la sal yodada.

 

En este sentido, diversos estudios han demostrado que los veganos solo ingieren 20 o 30 % de la cantidad de yodo necesaria para el cuerpo. Finalmente, otro de los problemas que enfrentan las personas que llevan este tipo de dieta es la falta de omega 3, que se obtiene de pescados como el salmón, atún y otros mariscos.

 

Estas grasas no solo son importantes para las células cerebrales, sino que también influyen en las células que regulan el estado de ánimo y sirven para reducir la inflamación. 

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