El personal de seguridad privada con el que cuentan algunos bares y antros en diferentes partes del país operan sin ningún tipo de reglas o códigos que permita regularlos, de ahí que muchas veces sus actividades llegan a estar por encima de la ley y puedan fácilmente violarla sin temor a recibir algún castigo.
El actuar de estos llamados “guarros” o “cadeneros”, ya han provocado múltiples escenas viralizadas en redes sociales, aunque algunas con finales más trágicos que otras, como lo ocurrido este fin de semana en el restaurante bar La Polar, ubicado en la Ciudad de México.
En dicho establecimiento de la colonia Roma, el personal de seguridad agredió a un cliente, al cual golpearon hasta el cansancio y una vez que estaba inconsciente, fue sacado del sitio para después ser abandonado en la vía pública, donde paramédicos lo atendieron sin lograr salvarle la vida.
Aunque hay propiamente empresas de seguridad privada que se dedican a llevar a cabo acciones de vigilancia preventiva en empresas, la mayoría de antros y bares operan con una seguridad propia que se trata de corpulentos sujetos que se alquilan para controlar los accesos y expulsar a los clientes "mala copa".
Cualquiera que haya ido a un bar sabe que los cadeneros suelen actuar con prepotencia y constantemente son señalados de protagonizar incidentes con clientes, pues adquieren un rango de "todo poderosos" dentro de estos negocios.
Tomando en cuenta que los bares y antros son negocios y son una propiedad privada, son los dueños quienes estipulan los mecanismos de seguridad, así como las personas que se encargarán de permitir el acceso al público en general, de ahí que la presencia de los cadeneros sea difícil de regular, pues no se cuenta con una figura legal para ellos.
Ejemplos de problemas relacionados con ellos hay muchos, por ejemplo, en mayo del año pasado ocurrió un altercado en un bar ubicado en San Andrés Cholula donde meseros del Bar Cantaritos agredieron a un grupo de jóvenes que los señalaron de cometer acoso en contra de una de sus amigas.
El personal del bar, entre cadeneros y meseros, agredieron a los jóvenes y los sacaron de lugar, por lo que estos pidieron ayuda debido a que presentaron múltiples lesiones en diferentes partes del cuerpo, hecho que días más tarde terminaría con la clausura del establecimiento.
En junio del mismo año ocurrió otra agresión por parte del personal de seguridad del antro denominado Ferina, los cuales golpearon y patearon a un grupo de clientes en uno de los accesos al inmueble ubicado en el municipio de San Pedro Cholula.
Cuatro clientes resultaron lesionados y con múltiples fracturas en el rostro, por lo que procedieron legalmente en contra del establecimiento y el personal que resulte responsable, pues los hechos fueron difundidos a través de videos en redes sociales.
Es por ello que se vuelve importante analizar si hay posibilidad de regular al personal de seguridad privada que está en estos lugares para evitar que en algún futuro puedan ocurrir hechos tan lamentables como los acontecidos en La Polar.
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