Especialistas en mamíferos salvajes integrantes de las asociaciones más reconocidas en manejo de vida silvestre y zoonosis de México lamentan que tres niños de Oaxaca hayan sido contagiados de rabia y que uno de ellos haya fallecido, pero aclaran que, aunque la cepa de rabia provenga de un murciélago, no hay ningún indicio de que las agresiones hayan sido causadas directamente por una de las 30 especies que existen de este animal.
El Presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), Ernesto Zazueta, calificó como un acto de absoluta irresponsabilidad y atentado contra el medio ambiente el comunicado de la Secretaría de Salud Federal en el que aseguran que la muerte y padecimientos de los menores fueron causados por esta especie que es vital para nuestros ecosistemas y que está en peligro de extinción.
“El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos confirmó que el virus de la rabia fue el causante de la lamentable muerte de uno de los pequeños, pero no dejó claro la especie que fue transmisora. Es muy importante explicar que la conducta agresiva es poco frecuente en murciélagos con signos de rabia, por el contrario, la rabia en estos animales tiende a provocar cuadros paralizantes y no agresivos. Y si llegan a darse mordeduras es en casos excepcionales como cuando las personas agarran a los murciélagos con la mano”, precisó.
Los especialistas de este tipo de mamíferos informaron detalladamente que es muy poco probable que un solo individuo de murciélago hematófago haya mordido o atacado a varias personas, pues solo requieren entre 15 y 20 mililitros de sangre por noche (el equivalente a dos cucharadas de té) para sobrevivir. Y señalan que tampoco podrían haber sido varios murciélagos porque esta especie busca alimento de manera solitaria.
Otro dato muy importante a resaltar es que las autoridades informaron que los menores fueron mordidos en cara, brazos, y en la parte inferior de la espalda, y que no se encontraron manchas de sangre tras la supuesta agresión. Esto mientras que los lugares más susceptibles del cuerpo humano para ser mordidos por esta especie son las puntas de los dedos de manos y pies, los lóbulos de las orejas, la punta de la nariz, partes del cuerpo altamente irrigadas que suelen estar al descubierto, y siempre dejan un rastro de sangre visible en las víctimas.
En este sentido, es altamente improbable que los menores hubieran sido mordidos por un hematófago en la espalda. Y, además, la mayoría de los murciélagos evitan zonas iluminadas con actividad humana, por lo que la probabilidad de que entren en áreas habitadas es prácticamente nula.
Zazueta Zazueta y el gremio científico lamentan que los diferentes niveles de gobierno actúen de manera tan irresponsable al señalar a esta especie como la causante de la muerte de un niño y de los padecimientos presentados por otros dos menores, pues están señalando sin rigor científico a una especie que es vital para nuestros bosques y selvas.
“Son muchos los beneficios que los murciélagos proveen al ambiente y a la sociedad. Contribuyen en la polinización de plantas que dispersan semillas y permiten la expansión de bosques y selvas; son controladores de insectos que transmiten enfermedades o que son plagas potenciales de cultivos como el algodón, cítricos y nogales. Por todo esto condenar a los murciélagos es un acto de absoluta irresponsabilidad que carece de rigor científico y que puede causar serios daños a nuestro medio ambiente, pues tal como lo observamos en el inicio de la pandemia por Covid-19, pueden comenzar a darse matanzas masivas de esta especie en diversas poblaciones por temor mal infundado y perjudicar nuestras selvas, nuestros bosques y contribuir a la propagación de diversas plagas que estos animales controlan”.
En este sentido, las asociaciones especialistas y el gremio científico experto en este tipo de mamíferos hacen un llamado al gobierno federal y al gobierno de Oaxaca a que se haga una investigación científica sería sobre este caso que muy lamentablemente cobró la vida de un menor, para conocer con certeza el origen de la rabia y evitar más contagios y posibles pérdidas humanas.