Con la llegada de un nuevo año, el Reloj del Apocalipsis o Doomsday Clock debe ser ajustado. Ahora mismo nos encontramos a solo 100 segundos de la medianoche o, en otras palabras, a la destrucción de la humanidad, pero ¿qué es el Reloj del Apocalipsis?
Desde hace 75 años, el reloj se encuentra en funcionamiento gracias al ajuste del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EEUU), quienes de acuerdo con los acontecimientos globales como guerras, calentamiento global o escasez de recursos pueden tener un aproximado simbólico de la extinción de la humanidad.
Tras la implementación y uso de la energía nuclear en 1939, Albert Einstein y Leo Szilard redactaron una carta al entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, alertando sobre los riesgos de esta fuente de energía.
Posteriormente, fue creado el Proyecto Manhattan que en tan solo 6 años permitió a un grupo de científicos crear una bomba nuclear que despertó las alarmas del mundo entero por su nivel de destrucción y la posibilidad de acabar con la humanidad.
Ante este escenario, el proyecto se disolvió y solo un puñado de investigadores continuó trabajando con la energía nuclear y, al mismo tiempo, buscaron dar aviso de los peligros de la carrera armamentista contra Japón dando origen al Boletín de los Científicos Atómicos de Chicago (hoy el BAS).
La artista Martyl Langsdorf fue elegida para diseñar el logo de la nueva portada del boletín, quien optó por el diseño de un reloj para enfatizar la urgencia y desesperación por tener un manejo responsable de la energía nuclear.
En 1949, la Unión Soviética hizo la primera prueba con una bomba nuclear, en respuesta el Boletín cambió sus manecillas de siete a tres minutos antes de la medianoche, convirtiendo al reloj en una medida representativa de la cercanía a la extinción de la humanidad.
¿Solo 100 segundo para el fin?
Una forma mejor de entender el reloj es que este indica el nivel actual de riesgo que enfrenta la humanidad, ya no solo por cuestiones nucleares, ya que, en 2007, el Boletín comenzó formalmente a considerar el cambio climático como parte de la medición anual.
Desde su implementación en 1947 ha tenido variaciones alcanzando su punto más lejano de la medianoche en 1991 al marcar 14 minutos de diferencia y su mayor cercanía en 2022 cuando se ajustó a tan solo 100 segundos, teniendo un aumento de 20 segundos en comparación con 2021.
John Mecklin, el editor jefe del Boletín, explica que en 2020 se decidió no alterar los 100 segundos de margen ya que no existían alteración, aunque sí hubo algunos cambios como la salida de Donald Trump de la Casa Blanca y la llegada de Joe Biden, lo que relajó las tensiones en el plano internacional permitiendo recuperar convenios en materia de cambio climático y seguridad nuclear.
Sin embargo, la medida no ha logrado cambiar reflejando la gran inestabilidad de la situación a nivel mundial, así como el fracaso de las instituciones internacionales para responder a las necesidades de control y atención de los riesgos que acechan nuestra existencia.