Un estudio elaborado por un equipo de investigadores estadounidenses determinó que los adolescentes que revisan sus perfiles de redes sociales más de 15 veces al día presentan algunos cambios en sus cerebros. Estas variaciones los hacen más sensibles a la aprobación o desaprobación de su comportamiento por parte de los demás.
El estudio, que tuvo una duración de tres años, consistió en el monitoreo de los cerebros de un grupo de 169 individuos, de entre 12 y 15 años. Los participantes fueron clasificados en varias categorías de acuerdo a la frecuencia con la que utilizaban Facebook, Instagram y Snapchat.
El análisis reveló que la revisión frecuente de redes sociales causa que los usuarios adolescentes sean cada vez más sensibles a lo que se conoce como “retroalimentación social”. Esto se pudo confirmar al detectar actividad más intensa en algunas regiones de la corteza y subcorteza cerebral, así como cambios en áreas asociadas al procesamiento, regulación y control de la recompensa de la actividad social.
Por otro lado, aquellos jóvenes que revisaban las cuentas una vez al día, mostraron una disminución en la actividad de esas áreas, lo que sugiere que le dan una importancia menor a los comentarios de sus compañeros, además de que poseen más autocontrol sobre conductas compulsivas.
A partir de estos resultados, los científicos no lograron determinar si el uso de redes sociales provocaba una mayor preocupación en los adolescentes por las opiniones de su entorno social o si tendían a revisarlas con frecuencia debido al temor preexistente de ser juzgados, aunque los expertos creen que es más probable lo primero.
Finalmente, los autores indicaron que este tipo de cambios no son buenos ni malos, ya que se trata de una especie de adaptación a un mundo cada vez más interconectado.