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Miles de fieles acuden al funeral del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años de edad en el Vaticano. El papa Francisco preside el servicio, en el que participan delegaciones de Alemania e Italia, antes de que Benedicto sea enterrado en la cripta bajo la iglesia.
Joseph Ratzinger, el nombre civil del papa emérito, será inhumado en la tumba de las grutas vaticanas que previamente ocupó el papa Juan Pablo II y de donde fue retirado tras su canonización, confirmó la oficina de prensa del Vaticano a cargo de Matteo Bruni.
Benedicto XVI "viste ornamentos litúrgicos rojos, mitra blanca, zapatos negros, sin palio ni cruz pastoral. Entre sus dedos entrelazados, un rosario. Hay quien se persigna de rodillas, quien intenta robar una instantánea con su smartphone o simplemente se detiene a mirar", detalló el Vaticano.
A su vez, la delegación española encabezada por la reina doña Sofía llegó al Vaticano para asistir al funeral, el Palacio de la Moncloa. Precisó que el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, acompaña a Su Majestad la Reina Sofía a la misa exequial por el pontífice emérito.
Antes del funeral, Bolaños envió un mensaje a la comunidad católica, destacando "la humildad y el compromiso" con el que Joseph Ratzinger lideró la Iglesia durante sus ocho años de pontificado.
''Su vocación intelectual, su ejemplo de valentía y generosidad son el gran legado de Benedicto XVI'', afirmó el ministro.
Ratzinger ocupó la sede apostólica desde abril de 2005 hasta febrero de 2013.
El 11 de febrero de 2013, durante el consistorio de canonización de los mártires de Otranto, Benedicto XVI anunció su renuncia al cargo, que se hizo efectiva el día 28 de ese mes, alegando su edad avanzada. Desde mayo de 2013, Ratzinger vivía en el Monasterio Mater Ecclesiae, situado en el recinto del Vaticano.
