Diversas comunidades indígenas han anunciado que a partir de hoy tomarán el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Mérida, luego de un desacuerdo con las autoridades respecto a la supervisión de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
El pasado 2 de enero, pobladores locales pertenecientes a las comunidades de Pisté, Xcalacoop y San Felipe, se movilizaron para exigir la destitución de Marco Antonio Santos Ramírez, director del sitio arqueológico, además, bloquearon las carreteras que llevan al lugar.
Al respecto, el comisario de Pisté, Armando Dzul Mex, dijo: "este miércoles demostraremos el apoyo que nos brindan ejidatarios de otras comunidades, ya no podemos seguir tolerando el abuso de poder de ese personaje que atenta contra la cultura maya y nuestras costumbres milenarias, como hablar nuestra lengua materna y sembrar la milpa".
Por otro lado, Juan Cristóbal Orozco, representante del gobierno federal, aseguró que ha tratado de establecer una mesa de diálogo con los manifestantes para terminar con el conflicto, pero no lo ha conseguido.
En este sentido, los campesinos acusan al funcionario de mantener relaciones “en lo oscurito” con Santos Ramírez, así como con las autoridades de Pisté y los artesanos que no apoyan la protesta.
Luego de que se bloqueara una entrada que el INAH abrió para que pasaran los turistas, la Guardia Nacional llegó al lugar para evitar que los indígenas controlaran el acceso principal a la ciudad maya, que es un gran atractivo turístico, pues alberga diversos tesoros arquitectónicos, como el templo de Kukulcán.
En promedio, Chichén Itzá recibe entre 3,000 y 10,000 visitantes al día, por lo que el bloqueo genera pérdidas diarias de 2,6 millones de pesos.