Condenan a prisión a exdueña de funeraria por descuartizar y vender cadáveres

Condenan a prisión a exdueña de funeraria por descuartizar y vender cadáveres

Foto: Twitter

La expropietaria de una funeraria de Colorado ha sido sentenciada a 20 años de prisión federal por estafar a cientos de familias, pues diseccionó 560 cadáveres para vender partes de los cuerpos sin ningún tipo de permiso.

 

Se trata de Megan Hess, una mujer de 46 años que se declaró culpable del crimen en julio de 2022. La acusada operaba en la funeraria Sunset Mesa, así como en una entidad de partes del cuerpo llamada Donor Services.

 

Por otro lado, se reveló que Shirley Koch, madre de Hess, también participó en los delitos, pues ella estaba encargada de cortar los cadáveres.

 

 

“Hess y Koch usaron su funeraria en ocasiones para robar cuerpos y partes de cuerpos utilizando formularios de donantes falsificados y fraudulentos. La conducta de Hess y Koch causó un inmenso dolor emocional a las familias y los familiares”, dijo el fiscal Tim Neff.

 

El caso salió a la luz luego de una serie de investigaciones periodísticas a cargo de la agencia Reuters, que entre 2016 y 2018 abordó el tema de la venta de partes del cuerpo en Estados Unidos.

 

Los exempleados de la funeraria revelaron que las mujeres llevaron a cabo desmembramientos no autorizados de cadáveres y, una semana después de que se publicara la historia en 2018, el FBI allanó el local.

 

Durante la audiencia de sentencia, la juez federal de distrito Christine M. Arguello dijo: “este es el caso más agotador emocionalmente que he experimentado en el tribunal”. Por otro lado, el abogado de Hess aseguró que su clienta ha sido calificada injustamente como una “bruja”, un “monstruo” y un “demonio necrófago”, pero en realidad es “un ser humano destrozado”, además, explicó que su conducta puede atribuirse a una lesión cerebral que sufrió cuando tenía 18 años.

 

 

Por su parte, Koch pidió disculpas y asumió la responsabilidad de sus acciones. Al respecto, 26 víctimas mostraron su repudio a los crímenes de las mujeres. “Nuestra dulce madre, la desmembraron”, dijo Erin Smith, “vendiendo sus hombros, rodillas y pies para obtener ganancias. Ni siquiera tenemos un nombre para un crimen tan atroz”, agregó.

 

Las investigaciones arrojaron que más de 200 familias recibieron cenizas de contenedores mezcladas con restos de diferentes cadáveres. En Estados Unidos, la venta de órganos como corazón, riñones, entre otros está prohibida, pero la comercialización de partes como cabezas, brazos y espinas, que era lo que vendía Hess, no está regulada por la ley federal.

 

En este sentido, Hess cometió delitos al estafar a los familiares de los fallecidos, mintiendo sobre las cremaciones, diseccionando cuerpos y vendiéndolos para su uso en investigación o educación. En su funeraria, la mujer llegó a cobrar hasta 1,000 dólares por cremaciones que nunca ocurrieron.

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