El pasado 1 de enero un motín en un Cereso de Ciudad Juárez, Chihuahua, puso a la vista un grave problema de corrupción que evidenció como los internos contaban con armas, dinero y toda clase de lujos, situación que ocurre en la mayoría de las cárceles del país.
En el motín del Cereso número 3 murieron 17 personas y 24 reos se fugaron, entre ellos “el Neto”, quien destacaba por tener una celda VIP con armas de fuego, drogas y una caja fuerte con 1.7 millones de pesos.
En el caso del estado de Puebla, uno de los Ceresos más importantes es el de San Miguel, en la capital, el cual no ha estado ajeno a casos de corrupción, sin que hasta la fecha se haya estado cerca de una situación como la ocurrida en Ciudad Juárez.
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En el Cereso de Puebla se han documentado casos de celdas VIP, de dinero y drogas en las celdas, pero hasta el momento no se han registrado aseguramientos de armas de fuego durante los operativos llevados a cabo por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal o incluso la Fiscalía General del Estado.
Dinero sí se ha encontrado y decomisado en el Cereso de Puebla, pero solamente se han reportado cifras de algunos miles de pesos, muy lejos de los 1.7 millones que tenía “el Neto” en el penal de Ciudad Juárez.
Por lo que hace a las celdas VIP, en el Cereso de Puebla se han documentado casos de reos que por una cuota podían dormir en una habitación del área de visita íntima, donde no tenían que compartir con otros internos y podían obtener algunos lujos.
Posteriormente, se crearon unos cuartos en el patio, con toda la infraestructura necesaria, que permitía a algunos internos pagar una cuantiosa renta para poder vivir ahí con todos los lujos, que iban desde televisión, refrigerador, consola de videojuegos y visitas.
En julio pasado la Secretaría de Seguridad Pública llevó a cabo la demolición de 104 cuartos, de los cuales la mayoría era para vivir y otros fueron habilitados como restaurantes, farmacias, tiendas de abarrotes, locales de venta de ropa y zapatos, baños, ferretería e incluso peluquerías.
El personal penitenciario y algunos reos obtenían ganancias aproximadas a los 3 millones de pesos semanales por la renta y actividades comerciales que aquí se efectuaban.
Además de esto, en los operativos hechos por las autoridades se han logrado asegurar artículos prohibidos que son muy comunes en las cárceles del país, como teléfonos celulares, videojuegos, relojes inteligentes, grabadoras, memorias USB, memorias SD, tarjetas SIM, audífonos, entre otros.
En diciembre pasado, la SSP llevó a cabo la destrucción de más de 18,500 artículos que fueron decomisados en los Ceresos de Puebla, de los cuales 1,245 eran teléfonos celulares, que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) por su probable relación con actividades ilícitas.