La tradicional Rosca de Reyes podría estar en vías de extinción de no ser porque las personas continúan consumiéndolas debido a que son más económicas en comparación con las nuevas tendencias que ofrecen un producto relleno o con nuevas técnicas de repostería.
En entrevista para Imagen Poblana, Jorge Ramírez señala que sí ha bajado el consumo de roscas de reyes, pero de forma general, pues al menos en su experiencia la rosca tradicional continúa vendiéndose debido a la economía mermada del país.
"La gente busca la rosca, pero busca lo económico porque la situación no nos permite tanto”, señala al tiempo en el que explica que cada año las roscas de reyes sufren un incremento en su valor debido al aumento en los precios de los insumos.
Jorge explica que el año pasado el kilo de harina estaba en aproximadamente 8 pesos, mientras que este año se está comercializando hasta en 17 pesos, lo cual representa un incremento de más del 100%.
Señaló que no solamente la rosca de reyes tradicional está en vías de desaparición sino en general la tradición, situación que atribuye principalmente a las nuevas generaciones de padres que han dejado de lado este tipo de creencias.
"Yo, en lo personal, creo que ya no inculcamos mucho a los hijos a tener estas tradiciones como son los reyes, hemos perdido mucho de esas cosas y la tecnología nos ha ganado y nos ha llevado a que Santa Claus, los Reyes, la Rosca y el niñito Dios ya no inculquen todas esas tradiciones”, señala.
Más caras y más laboriosas
Respecto al precio que tienen las nuevas tendencias de Rosca de Reyes, la mayoría de ellas rellenas, Jorge explica que no solamente son más caras por los ingredientes adicionales que llevan sino también son más laboriosos para el panadero pues requieren hasta del doble de tiempo para su elaboración.
Jorge detalla que, si en promedio tarda 15 minutos en armar una Rosca de Reyes tradicional, una Rosca rellena requerirá del doble de tiempo debido a que no solamente debe de extender la masa sino debe de ir envolviendo cada parte con el relleno a modo de que todo quede completamente adentro.
Finalmente manifestó el hecho de que los panaderos tradicionales enfrentan una competencia desigual ante centros comerciales que en algunos casos ofrecen roscas de reyes más baratas, pero no tienen el sabor ni la dedicación que pueden obtener de un producto comprado en una panadería tradicional.
