La blanca e iluminada Navidad también es un foco de contaminación

La blanca e iluminada Navidad también es un foco de contaminación

Foto: Enfoque

La decoración decembrina podría tener algunos efectos negativos en contra del medio ambiente, pues si bien las tradicionales luces navideñas son icónicas para muchas familias, lo cierto es que no dejan de ser contaminantes y en algunos casos pueden llegar a dañar la salud.

 

Conectar una serie navideña para adornar el arbolito de Navidad puede sonar coherente tomando en cuenta que actualmente la tecnología LED se ha apoderado de la mayoría de los adornos, ofreciendo un mayor brillo a cambio de un menor consumo energético.

 

Pero esto no es del todo bueno, pues anteriormente las personas colocaban menos adornos navideños debido a que esto repercutiría directamente en el costo de su recibo de energía eléctrica.

 

Con la llegada de las luces LED, el impacto económico es más bajo, ya que esa tecnología consume menos energía que los focos incandescentes de antes, lo que puede provocar que muchas personas decidan emplear más de una serie o adorno navideño.

 

De acuerdo con algunos expertos, este efecto se llama rebote, pues a menor gasto, mayor luz, lo cual termina por no ayudar a que se reduzca el consumo real de energía eléctrica, si no que lo mantiene igual o incluso lo supera.

 

Esto implica que durante la temporada decembrina las luces LED no siempre ayudan a bajar el consumo energético, pues las familias tienden a iluminar más gracias a que sus recibos no elevan su precio, por lo que en las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas deben de seguir trabajando para mantener el suministro.

 

Adicionalmente, los expertos señalan que los adornos navideños no son más que una tradición que se formó a través de los estímulos que provocan en las personas.

 

Y es que la estimulación lumínica que generan los adornos navideños puede provocar reacciones directas que hacen a las personas más sensibles al consumismo, de ahí que muchas tiendas las ocupen para hacer que los clientes consuman más, todo esto apoyado con el flujo de dinero que se da en esta época.

 

 

Del mismo modo, se dice que la iluminación en exceso puede provocar que algunas personas sufran de trastornos del sueño, aumenten la cantidad de comida que ingieren, puedan estar más irritables e incluso puedan desarrollar algunos otros trastornos relacionados con la fotosensibilidad.

 

En este sentido, los expertos sugieren que no es necesario dejar de adornar, sino hacerlo de una forma más consciente y limitando el número de adornos navideños que se colocan, usándolos en lugares donde hay una mayor visibilidad y no solamente por alumbrar espacios oscuros.

 

Además, se sugiere mantener la misma cantidad de series que se han utilizado año con año y no aumentarla solamente porque ya no gastan tanta luz, pues además, las luces LED son capaces de dar un mayor brillo y decorar con facilidad espacios más amplios.

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