La temporada decembrina viene de la mano con fiestas y convivios, en los que la mayoría de los asistentes se llega a tomar una o dos copitas; sin embargo, algunos conductores irresponsables olvidan que no se debe de combinar el alcohol con el volante.
Una de las muestras trágicas que tiene este problema ocurrió este fin de semana cuando un conductor en estado de ebriedad se metió a una calle donde se hacía una fiesta y atropelló a más de una decena de personas, provocando la muerte de tres de ellas, en el municipio de Atlixco.
Este y otros hechos similares han hecho que las autoridades de diferentes municipios, incluida la capital poblana, anuncien un reforzamiento del programa alcoholímetro, con el cual se busca detectar a conductores alcoholizados y sacarlos de la calle antes de que pueda provocar algún accidente.
Es por ello que si tú tienes previsto acudir algún convivio y decides probar suerte y manejar tu vehículo aun cuando has ingerido alguna bebida embriagante, en Imagen Poblana te decimos lo que te costará caer en algún retén de alcoholímetro.
¿Dónde opera el alcoholímetro?
Tomando en cuenta que la mayor cantidad de vehículos circulan en la capital poblana y zona metropolitana, los municipios de Puebla, San Pedro y San Andrés Cholula son los principales promotores de este tipo de operativos.
Aunque en el caso de la capital poblana se analizan otras medidas para inhibir la cantidad de conductores alcoholizados en las calles, el operativo alcoholímetro sigue vigente y tan sólo durante la última semana se aplicaron multas a 24 automovilistas detectados a través de este programa.
Los operativos alcoholímetros se instalan en las principales vialidades y de forma aleatoria, con la finalidad de qué los conductores pueden ser sorprendidos durante la madrugada, es cuando generalmente salen de las fiestas, bares y restaurantes.
¿Qué pasa si me detienen en un alcoholímetro?
Lo primero que ocurrirá cuando llegues a un operativo alcoholímetro, es que un agente de tránsito te pedirá someterte a una prueba de aliento para medir los grados de alcohol.
El capítulo 10 del Código Reglamentario del Municipio establece que de los niveles 0.0 al 0.7, se considera como aliento alcohólico, por lo cual el conductor no recibirá ningún tipo de sanción ya que con este nivel de alcoholemia puede manejar de forma adecuada.
Sin embargo, a partir del nivel 0.8 de alcohol en el sistema, comenzarán a aplicarse las sanciones que se dividen en tres grupos, según los niveles de alcohol que se detecten.
Si el nivel de alcohol que llevas en el cuerpo está en estos parámetros, el personal de Tránsito se encargará de pedirte que desciendas de tu vehículo para que este pueda ser enganchado por una grúa y trasladado a un corralón.
Posteriormente, elementos de Tránsito Municipal se trasladarán hasta un Juzgado Calificador para que un juez te informe sobre tu multa.
Dependiendo de los grados de alcohol se establecerá la sanción y en caso de que cuentes con el efectivo suficiente, podrías pagarla en ese instante y retirarte a tu domicilio, de lo contrario podrías pasar por horas de arresto.
Al día siguiente podrás acudir con tu boleta de liberación de que ya pagaste la multa y entonces podrás hacer el trámite correspondiente para la liberación de tu vehículo, donde se informará el precio por el arrastre de la grúa y por el tiempo que pase en el corralón.
¿Cuáles son las tarifas?
Actualmente son tres los niveles de alcoholemia que se manejan en el Código Reglamentario Municipal. El primer grado, representa una sanción de 5,600 pesos para el conductor, el segundo grado amerita una multa de 7,500 pesos, mientras que el tercer grado de alcoholemia equivale a 8,900 pesos.
Adicionalmente a esas multas, los conductores tendrán que pagar el arrastre y el tiempo que pasen en el corralón sus vehículos, por lo que esta tarifa podrá variar dependiendo de las horas o días que tarde el automovilista en acudir a recuperar su unidad.
Te interesará leer: Alcoholímetros, útiles pero no suficientes para frenar a conductores alcoholizados
En promedio, un conductor que sea sorprendido en segundo grado de alcoholismo podría llegar a pagar hasta 10,000 pesos entre su multa, el arrastre y el tiempo del corralón, mientras que alguien con tercer grado de alcoholismo podría desembolsar hasta 15,000 pesos por los mismos conceptos.
Independientemente del dinero, siempre es recomendable evitar manejar cuando has consumido alcohol, pues si bien no es seguro que te detenga algún operativo alcoholímetro, quedas expuesto a sufrir algún accidente en el que puedas resultar herido o lesionar a alguien, o en situaciones más graves, causarle la muerte.
