La Cancillería peruana rechazó las declaraciones de las autoridades mexicanas sobre la situación en Perú y las calificó como una injerencia en los asuntos internos del país.
"Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes", señala el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, que añade que convocó a consulta al embajador mexicano en el país, Pablo Monroy.
El 7 de diciembre, el expresidente peruano, Pedro Castillo, anunció en un mensaje televisado en cadena nacional la disolución del Congreso y el establecimiento de un "gobierno de excepción".
Pero el Congreso celebró la sesión que estaba prevista para el miércoles para tratar la destitución del presidente y por abrumadora mayoría votó a favor de poner fin a su Gobierno.
Tras la votación del Congreso, asumió como jefa de Estado la vicepresidenta Boluarte, convirtiéndose en la primera mujer en Perú en ostentar ese cargo.
El 8 de diciembre, la justicia peruana determinó la prisión preliminar de Castillo por un plazo de siete días, tras acusar al exmandatario del delito de rebelión.
La Asamblea Nacional de Perú Libre expresó el 8 de diciembre su solidaridad con Castillo, denunciando que su detención fue "arbitraria e ilegal" y exigió su "libertad inmediata", anunció en Twitter el líder fundador del partido, Vladímir Cerrón.