Cada vez se acerca más la Navidad y es en esta época cuando las familias comienzan a instalar el tradicional árbol; sin embargo, en muchas personas aún prevalece el dilema entre si es mejor instalar uno natural o uno artificial.
A simple vista, un árbol artificial podría tener más beneficios que uno natural, pues es relativamente más económico y puede utilizarse en varias ocasiones, mientras que uno natural terminando la temporada tendrá que ser desechado.
Esto simplemente es a primera vista, ya que en la realidad un árbol natural puede ser lo más conveniente si tu interés es cuidar el medio ambiente y a continuación te explicamos por qué.
Los árboles artificiales están hechos a base de PVC, un plástico que no es biodegradable y que se deriva del petróleo, por lo que su simple fabricación ya implica un mayor coste al medio ambiente en comparación con un árbol natural.
Los árboles artificiales, en su gran mayoría, están elaborados en China y para ser distribuidos a diferentes partes del mundo necesitan hacer un largo viaje a través de tren, barco y algún camión que lo lleve hasta las tiendas donde finalmente serán adquiridos.
Generalmente, uno artificial pueden ser utilizado por una familia entre cinco o seis años, en algunos casos más, hasta que tenga que ser desechado en algún vertedero para quedarse allí, pues recordemos que el PVC no es biodegradable.
En contraste, uno natural tiene la garantía de que fue sembrado específicamente para ser algún día un árbol navideño, por lo que invernaderos especializados trabajan por más de una década para tener listos los que llevarás a tu hogar.
Además, en la actualidad se han diseñado múltiples campañas, tanto gubernamentales como de organizaciones civiles, para fomentar el reciclaje del árbol navideño al término de la temporada, pues este terminará siendo utilizado para alguna composta o en programas de reciclaje.
De este modo podemos decir que si tu interés es preservar el medio ambiente, el daño ambiental sin duda será menor adquiriendo un árbol natural, aunque entendemos que en algunas ocasiones podría resultar más rentable comprar uno artificial.
Sea cual sea tu decisión, lo más importante será el significado que le des a esta época, aunque no está de más tener en cuenta todos los factores anteriores.