Seguramente has escuchado de niños hiperactivos o con déficit de atención, pero ¿sabías que también los adultos lo padecen y tiene repercusiones directas en su estilo de vida?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no es exclusivo de los menores, aunque sí son los casos que más se diagnostican, pues son detectados con las actividades escolares.
En el caso de los adultos, el TDAH tiene síntomas como falta de concentración, lo que hace que los pacientes tengan dificultad para escuchar a otras personas en una conversación, omitan los detalles, o no completen las tareas o proyectos.
Pero en contraste está otro síntoma que es llamado hiperconcentración, el cual hace que los pacientes se concentren tanto en algo que pueden ignorar cualquier otra cosa a su alrededor.
Esto hace que las personas pierdan conciencia del tiempo y que ignoren a los individuos cercanos, aunque tengan otras actividades pendientes, generando problemas personales o laborales.
Otra forma de manifestarse es a través de la desorganización, ya que aquellos que padecen TDAH pueden enfrentarse a graves complicaciones para organizar su tiempo y las tareas que deben de hacer en ese lapso.
Las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden desarrollar otros problemas sicológicos como puede ser ansiedad y depresión, ya que constantemente pueden enfrentarse a complicaciones personales y de la vida laboral.
Cuando se es adulto es más difícil diagnosticar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, pues comúnmente es confundido con el estrés de la vida diaria; sin embargo, cualquier signo de alerta no debe de ser desestimado.
El tratamiento es diferente al que se les da a los menores, pero también depende de cada persona, de ahí que sea recomendable acudir a un especialista para que se haga una evaluación y se lleve a cabo el diagnóstico correspondiente.