Un equipo internacional de científicos ha desarrollado una silla de ruedas que puede ser controlada mentalmente, pues transforma los pensamientos de los usuarios en comandos, lo que permite a las personas ganar movilidad y con entrenamiento, desenvolverse de manera segura en un ambiente natural con los obstáculos habituales.
Durante el desarrollo del invento, tres pacientes pudieron practicar en la silla y dos de ellos lograron buenos resultados. Los autores del estudio proporcionaron a los participantes tres sesiones de entrenamiento cada semana durante cinco meses.
Estas sesiones no solo son importantes para los usuarios, sino también para el algoritmo que usa la propia interfaz cerebro-máquina. Para mover el dispositivo, los pacientes utilizan un casco que detecta su actividad cerebral mediante electroencefalografía (EEG). La interfaz, posteriormente, transforma esta actividad cerebral en comandos mecánicos para la silla de ruedas.
Los usuarios controlan la dirección de la silla pensando en mover su propio cuerpo, por ejemplo, deben pensar en mover las dos manos para girar hacia la izquierda y ambos pies para ir hacia la derecha.
Al inicio del entrenamiento, los participantes tenían una precisión similar, de entre 43 y 55 %. Con el paso del tiempo dos de ellos alcanzaron registros superiores a 95 %, al mismo tiempo, la máquina iba aprendiendo, de manera paralela a la mejoría de sus pacientes, pues el algoritmo mejoraba su discriminación de patrones cerebrales.
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