Un equipo de ornitólogos y conservacionistas obtuvo nuevas pruebas de la existencia de la paloma faisán de cuello negro ('Otidiphaps nobilis insularis'), una especie de ave endémica de la isla Fergusson, frente a la costa oriental de Papúa Nueva Guinea.
Se trata de una subespecie de la paloma faisán, una paloma terrestre de gran tamaño que vive en las densas selvas de las islas de Papúa Nueva Guinea, informó la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
El ave, que había sido documentada por primera y última vez en 1882, fue redescubierta en la isla Fergusson, una isla remota del territorio situada en el archipiélago de Entrecasteaux.
El pájaro se caracteriza por tener el dorso de color óxido, la cabeza y el cuerpo negros y una cola que se balancea como la de un faisán. Aparte de eso, no se sabe casi nada de él, excepto dos ejemplares recogidos en 1882. No existen grabaciones de sus sonidos. Los investigadores creen que probablemente su sonido sea similar al de otra especie de paloma faisán de Papúa Nueva Guinea continental, un sonido que los lugareños comparan con el grito desesperado de una mujer condenada al ostracismo, el destierro al que se condenaba a los ciudadanos que se consideraban malos, por su comunidad.
Para detectar al animal, se instalaron 12 cámaras ocultas en la ladera occidental del monte Kilkerran, el más alto de la isla, además de otras ocho cámaras en lugares descritos por los cazadores. Dos días antes del final de la expedición, una cámara instalada en una cresta boscosa de 1.000 metros de altura captó un video de la especie caminando y moviendo la cola.