Frida, la perrita rescatista que alcanzó la fama mundial por sus labores en los derrumbes de los sismos de 2017 en México, murió la tarde de este 15 de noviembre, informó la Secretaría de Marina.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia mexicana precisó que Frida murió en las instalaciones del Subgrupo de Control Canino, en Ciudad de México, "a causa de padecimientos propios de su edad".
"Hoy, la despiden sus cuidadores, quienes la acompañaron durante sus últimos años, así como cada miembro de esta institución, dejando un gran ejemplo de servicio y entrega por siempre en nuestros corazones", destacó la Marina en un boletín de prensa.
Frida fue una labradora que nació el 12 de abril de 2009 en la Unidad Canina de la Secretaría de Marina, hoy conocida como Subgrupo de Control Canino, perteneciente al Estado Mayor General de la Armada de México.
Desde su nacimiento inició un entrenamiento para formar parte del equipo de binomios caninos, los cuales ayudan en diferentes tareas de rescate entre escombros de edificios destruidos.
Aunque el entrenamiento para cada can dura alrededor de 12 meses, Frida logró completarlo en ocho por lo que en 2010 participó en sus primeras brigadas como parte de las misiones internacionales que apoyaron a Haití durante el fuerte sismo que sufrió ese año.
En 2013, Frida participó en la búsqueda de civiles atrapados en los restos de una torre de Pemex que se derrumbó tras sufrir una explosión, y en 2017 volvió a participar en misiones internacionales, esta vez para localizar a sobrevivientes de un fuerte deslave en Ecuador.
Sus labores más notables fueron durante los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 en Oaxaca y Ciudad de México, donde no solo llamó la atención de la prensa internacional, sino que se convirtió en un símbolo de esperanza para la población afectada.
Durante toda su carrera, Frida localizó a 12 personas vivas y 43 muertas. El 24 de junio de 2019 se retiró de sus actividades y comenzó un periodo de descanso en las instalaciones de la Marina.
Apenas el pasado 7 de octubre se develó una escultura en las instalaciones de la Semar para reconocer la labor de Frida como rescatista.