El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó la manifestación en contra de la reforma electoral que él mismo propone como una excusa para atacar a la política que lleva a cabo su Gobierno.
Subrayó que "la supuesta agresión al INE (Instituto Nacional Electoral de México) no tiene fundamento". De acuerdo con el mandatario, la reforma que busca sustituir al organismo electoral por el Instituto de Elecciones y Consultas, con solo siete consejeros, eliminar los órganos electorales de los estados y eliminar a legisladores plurinominales, entre otras cosas, tiene como fin fortalecer la democracia en el país, protegerla "porque todavía hay riesgos de fraudes electorales".
"Entonces lo del INE fue una excusa, una bandera, pero en el fondo los que se manifestaron lo hicieron en contra de la transformación que se está llevando en el país, lo hicieron a favor de los privilegios que ellos tenían antes del Gobierno que represento, lo hicieron a favor de corrupción, lo hicieron a favor del racismo, del clasismo, la discriminación. Eso es el fondo porque ni modo que [Roberto] Madrazo y [Vicente] Fox sean demócratas", comentó durante su tradicional rueda de prensa matutina.
Sin embargo, insistió que es muy importante el hecho que la gente se exprese.
"Es el estriptis político, público del conservadurismo en México y esto es muy bueno porque si no emerge eso, se mantiene soterrado y hace mucho daño para tener una sociedad mejor, más justa, más igualitaria, más fraternal", aseveró.
Preguntado sobre la asistencia a la marcha, que, según la oposición, contó con la participación de 100.000 personas, mientras el Gobierno de la Ciudad de México dio la cifra de 12.000, López Obrador resaltó que "no participó mucha gente". El presidente retó a la oposición a llenar el Zócalo capitalino.
"Agradezco mucho a la gente y celebro que la mayoría está a favor de transformación", agregó.