Desde que adquirió la red social Twitter, el nuevo dueño, Elon Musk, ha encarado o propiciado varios escándalos, y ahora no descarta la posibilidad de que la compañía se declare en bancarrota.
En un mensaje interno de la compañía, el magnate reconoció que la quiebra es una posibilidad si Twitter no empieza a generar más liquidez, de acuerdo con personas vinculadas al proceso citadas de manera anónima por Bloomberg.
Tras pagar 44.000 millones de dólares para adquirir la empresa, la compañía se enfrenta a una deuda de 13.000 millones de dólares.
Además de sus advertencias sobre el riesgo de quiebra, el empresario señaló a los trabajadores de Twitter que deben cumplir 80 horas de jornada laboral, tener poco tiempo para la comida y olvidar la flexibilidad de trabajo desde casa que permitió la pandemia de coronavirus.
Entre los planes de Musk para hacer rentable la empresa figura el cobro de 8 dólares mensuales por la verificación de autenticidad que permite la palomita azul, una medida que ha generado críticas, memes, burlas y objeciones abiertas de tuiteros de millones de seguidores como el novelista Stephen King.
Según el criterio de una persona familiarizada con estilos de administración, Musk ha usado antes la amenaza de ruina financiera como maniobra para motivar a los trabajadores, para inducir la noción de que si no trabaja duro el empleado, la empresa se enfrentará a escenarios complicados.
El servicio de asesoría financiera Moody’s redujo el rango de crédito de Twitter tras considerar que se encuentra en riesgo de gobernanza con expectativas negativas por políticas financieras agresivas y por la concentración del manejo de la firma en Elon Musk.
En tanto, Twitter enfrenta una regulación de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos acerca del manejo de información desde la compañía, lo que podría hacer a la empresa acreedora de multas.
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