La muerte de un estudiante en el Colegio Williams, quien falleció ahogado en la alberca de esta institución privada de la CDMX, ha puesto en evidencia la negligencia escolar en la que operan diversas escuelas del país, un mal que no es atendido a fondo por las autoridades de la materia.
El deceso de este menor se debe en gran medida a la incapacidad que tienen maestros y personal para atender a los estudiantes en diversas escuelas, problema que se vuelve más grave en instituciones gratuitas, donde los grupos pueden llegar a tener más de 50 alumnos por salón.