El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este miércoles que no cree que el presidente Jair Bolsonaro realice un discurso golpista de no reconocimiento de su derrota electoral.
"No existe esa posibilidad, nadie va a creer un discurso golpista de alguien que perdió las elecciones (…) al presidente le toca reconocer su derrota y prepararse para dentro de unos años competir otra vez, así es la forma democrática, respetar la decisión de la mayoría del pueblo brasileño", dijo el líder de la izquierda durante una comparecencia ante los medios en Brasilia.
Bolsonaro no felicitó a Lula por su victoria y en los últimos días sus simpatizantes bloquearon carreteras en señal de protesta y se concentraron frente a cuarteles de las Fuerzas Armadas pidiendo una intervención militar, aunque ha menguado últimamente.
Lula también reiteró que el presupuesto dejado por la administración Bolsonaro para 2023 "necesita un ajuste" y confió en que salga adelante la propuesta para modificar la Constitución y permitir un aumento del gasto público para poder financiar los programas sociales a los que se comprometió durante la campaña electoral.
En este sentido, y después de haberse reunido con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira; y con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, Lula dijo haber notado "mucha disposición" por parte de ambos para que las cosas salgan adelante lo antes posible.
El líder de la izquierda también criticó indirectamente a los que temen por un aumento de la deuda pública y descontrol fiscal: "Mucha cosa que la gente dice que es gasto, es inversión; hay una deuda social histórica de 500 años con el pueblo pobre y vamos a empezar a pagarla", afirmó.
Lula reiteró que su máxima prioridad será la lucha contra el hambre, para que los brasileños desayunen, coman y cenen "todo santo día", así como la puesta en marcha de obras públicas que están paradas, para generar puestos de trabajo y hacer girar la rueda de la economía.
Respecto al futuro equipo de Gobierno, Lula dijo que aún no está pensando en nombres para los ministerios y que eso es algo que empezará a decidir cuando vuelva de Egipto, país al que viajará en los próximos días para participar en la 27 Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Lula hizo estas declaraciones durante su primera jornada en Brasilia para supervisar los trabajos de la transición de poderes entre gobiernos, que está coordinando el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.