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La humanidad se dirige a toda velocidad al infierno climático, advirtió el lunes el secretario general de la ONU, António Guterres, en la apertura de la conferencia climática COP27 en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
"Las temperaturas globales siguen aumentando. Y nuestro planeta se acerca con rapidez a puntos de inflexión que harán irreversible el caos climático. Estamos en la autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador", expresó.
El jefe de las Naciones Unidas instó también a concluir el histórico pacto entre países desarrollados y en desarrollo, o, como se lo denomina el 'pacto de solidaridad climática'.
Según este pacto, todos los países podrían redoblar los esfuerzos para reducir las emisiones en esta década con el fin de limitar la subida de la temperatura a 1,5 grados centígrados.
Además, los Estados más ricos y las instituciones financieras internacionales proporcionarían asistencia financiera y técnica para ayudar a los países en desarrollo a acelerar la transición a las fuentes de energía renovables.
El pacto, según Guterres, supondría poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles y a la construcción de centrales eléctricas de carbón, así como eliminar gradualmente el uso de la hulla en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para 2030 y en los demás países para 2040.
"La humanidad puede elegir: cooperar o perecer. O un pacto de solidaridad climática o un pacto de suicidio colectivo", advirtió.
El secretario general insistió en que el pacto facilitaría una energía universal, asequible y sostenible para todos, con economías desarrolladas y en desarrollo unidas en torno a una estrategia común.
"Las dos mayores economías, EEUU y China, tienen una responsabilidad especial de aunar los esfuerzos para hacer realidad este pacto", apuntó.
