Facturas falsas, ¿qué implicaciones tiene su uso?

Facturas falsas, ¿qué implicaciones tiene su uso?

Foto: Pixabay

En los últimos años es muy común escuchar acerca de las empresas factureras, las cuales son detectadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) boletinados por la defraudación fiscal en la que incurren.

 

Sin embargo, muchas personas desconocen porqué se les denomina empresas factureras y cuáles son las implicaciones legales que tiene la evasión fiscal en la que incurre este tipo de negocios.

 

Las facturas falsas

 

Las empresas factureras están señaladas principalmente por el uso de facturas falsas o por simulación de movimientos con la finalidad de blanquear dinero que pueda provenir de fuentes ilegales.

 

Las facturas falsas son documentos fiscales que se emiten para cobrar determinado monto, pero en realidad no están certificadas por el Servicio de Administración Tributaria.

 

La forma más simple de explicarlo es similar al uso de un billete falso, que simple vista parece igual que el resto pero que al no ser emitido por el Banco de México carece de todo valor legal.

 

Las facturas falsas son emitidas por algunas empresas, aunque lamentablemente suelen desaparecer rápidamente y muy pocas veces son castigadas, caso contrario a las empresas factureras que son las que terminan por caer en el delito fiscal.

 

La simulación de transacciones es usada generalmente por empresas fantasma, que recurren al uso de facturas falsas para poder cobrar determinados montos, blanquear el dinero y no tener que pagar ningún impuesto.

 

Esta práctica también puede ser usada por algunos contadores, aunque solamente para transacciones muy grandes pues las comisiones que requiere pagar una factura de este tipo son elevadas y no es conveniente en transacciones pequeñas.

 

¿Qué repercusiones tiene?

 

Para entender un poco más las repercusiones que tiene, Imagen Poblana entrevistó al contador Julio González, quien indicó que este delito es muy común, pero a gran escala, aunque todos los contribuyentes deberían de tener la certeza del tipo de facturas que están emitiendo.

 

"Generalmente, las empresas grandes o algunas que tienen que facturar cantidades por varios miles de pesos son quienes recurren a el uso de facturas falsas para poder integrar el monto del IVA de forma directa y no tener que declarar ciertos ingresos, pero esto no exenta a los pequeños contribuyentes de estar conscientes del tipo de facturas que emiten", señaló.

 

Agregó que la forma más común y segura de hacer una factura para un pequeño y mediano contribuyente es directamente en el portal del SAT, donde existe una certeza de que la factura que se está emitiendo es avalada por el servicio al contribuyente.

 

"Hay que estar conscientes de que las facturas falsas pueden ser emitidas a veces sin que el contribuyente lo sepa, de ahí que existen algunas formas de verificar la veracidad de la factura y denunciar o actuar de forma inmediata cuando se detecta que alguna es falsa", precisó.

 

Señaló que todas las facturas que se emiten tienen un código de verificación QR el cual, al ser escaneado con cualquier dispositivo móvil, te permite ingresar a una página de verificación del SAT que detalla si la factura es verídica y además permite corroborar que se encuentra vigente y no ha sido cancelada.

 

Generalmente, la expedición de facturas falsas requiere omisión por parte de las personas que se encargan de pagarlas, aunque este tipo de prácticas finalmente son detectadas por los mecanismos de auditoría internos que pueda tener la empresa o entidad de gobierno que se encarga de recibir la factura.

 

Este tipo de mecanismos permite a los contribuyentes poder cerciorarse del tipo de certificados fiscales que están emitiendo y no tener repercusiones legales que pueden ir no solamente a exorbitantes multas sino también a penas probatorias de la libertad.

 

Explicó que de acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, hay penas que van de los 2 a los 9 años de prisión para todas las personas que expidan, compren, o enajenen facturas inexistentes, falsas o simuladas.

 

Adicionalmente a esto hay que señalar que se incurre en la defraudación fiscal, delito que está penado con cárcel y que va de los dos meses a los 2 años de prisión para aquellos que cometan fraude por montos inferiores al 1.9 millones de pesos.

 

La defraudación fiscal por más de 2 millones de pesos amerita una prisión de 2 a 5 años de cárcel, mientras que la defraudación fiscal por más de 2.1 millones de pesos se castiga con 5 años de prisión.

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