El “superhongo” Auris y el temor a los virus tras el covid-19

El “superhongo” Auris y el temor a los virus tras el covid-19

Foto: Unsplash

El covid-19 no solamente acabó con la vida de millones de personas alrededor de todo el mundo, sino que además provocó un estado de alerta en la población respecto a virus que han existido en muchos años pero que ahora, ante cualquier brote, causan pánico inmediato en la sociedad, tal es el caso del llamado "superhongo" Cándida auris.

 

Las alertas sanitarias es una constante por parte de la Organización Mundial de la Salud, que constantemente advierte acerca de nuevos virus y hongos que pueden ser principalmente letales para los seres humanos y que de no controlarse adecuadamente pueden constituir una contingencia sanitaria.

 

Recientemente, la OMS publicó una lista con los hongos más peligrosos para la salud pública, esto ante el surgimiento de algunos casos positivos en ciertos sectores de la población en algunos países.

 

Las infecciones por hongos son un problema común y más frecuente de lo que parece en las personas; sin embargo, hay algunos que son considerados de alta peligrosidad por el tratamiento que requieren y por la resistencia a ciertas medicinas.

 

En el caso del llamado "superhongo", se encuentra el Auris, que pertenece al género cándida, y que en los humanos pueden causar infecciones orales, intestinales, pulmonares y hasta vaginales, pero llama la atención por su resistencia a algunos medicamentos.

 

El hongo más común del género cándida es sin duda la candidiasis, que es muy sencillo de tratar y generalmente no representa ninguna complicación para los pacientes, pero en el caso del Auris se ha detectado que existe cierta resistencia para su tratamiento por el tipo de pacientes en los que se han detectado los casos.

 

Hasta el momento no hay algún caso confirmado en México; sin embargo, en América Latina, Argentina ya registró los dos primeros casos de acuerdo con medios de la región, siendo los pacientes personas que estaban en asilos de ancianos.

 

Este hongo es generalmente detectado en pacientes que permanecen mucho tiempo dentro de un asilo de ancianos o en algún hospital, esto principalmente por el tipo de manejo que se hace de algunos objetos quirúrgicos cómo pueden ser los catéteres o los cuartos de apoyo para respiración artificial.

 

Estar en contacto con este tipo de objetos que no están correctamente sanitizados o no reciben la limpieza correspondiente, puede generar la presencia de este hongo y trasladarse de un humano a otro.

 

La OMS también reconoce que muchas personas pueden tener el hongo y no generar ningún síntoma o infección, además es más complicado adquirirlo si la persona está sana y practica hábitos de higiene básicos como el lavado de manos.

 

El miedo latente

 

El covid-19 ha ido a la baja en el número de casos positivos, pero esto no representa que no dejó otro tipo de secuelas además de las víctimas mortales y los daños a la salud, pues actualmente se percibe un evidente temor a enfermedades que ya existían, pero son presentadas como nuevos riesgos sanitarios.

 

Un ejemplo es la viruela del mono o viruela símica, que apareció como una de las nuevas grandes pandemias después del covid-19 a pesar de que los mismos científicos señalaron que no era un virus letal si se trataba de forma adecuada, además de que su velocidad de contagio fue considerablemente menor que la que tuvo el covid-19.

 

Es decir que, ahora, cada vez que la Organización Mundial de la Salud emite una alerta sanitaria, muchas personas prestan más atención pues el miedo del covid-19 continúa latente y las repercusiones que implica una pandemia son capaces de generar temor en más de una persona.

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