Este sábado, Corea del Sur vivió una de sus mayores tragedias de la actualidad, luego de que 151 personas murieron en los festejos de Halloween en el barrio de Itaewon, Seúl, donde se presentó una avalancha humana que dejó sin vida a personas que solo buscaban un momento de diversión, en su mayoría jóvenes.
Aunque la tragedia de Corea del Sur se debió a un festejo comercial, esta situación trae a la memoria otros hechos similares donde la religión y el deporte son los detonantes para aludes humanos mortales.